EL ASCENSO DE ULTRADERECHA EN CHILE A 50 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO

por | Ago 16, 2023

Hace sólo algunos meses los organismos de medición de opinión pública en Chile daban a conocer que un 36% de la población del país apoyaba la dictadura de Augusto Pinochet y que un 27% considera que, hoy por hoy, el país vive bajo un régimen comunista. ¿Cómo estas dinámicas se dieron lugar en un país […]

Hace sólo algunos meses los organismos de medición de opinión pública en Chile daban a conocer que un 36% de la población del país apoyaba la dictadura de Augusto Pinochet y que un 27% considera que, hoy por hoy, el país vive bajo un régimen comunista. ¿Cómo estas dinámicas se dieron lugar en un país como Chile a 50 años del golpe de Estado de 1973?


LA DEMOCRACIA EN CHILE POST-DICTADURA

Tras el retorno a la democracia en 1990, la derecha chilena se vió  representada mayormente por dos partidos predominantes: Renovación Nacional, nacido a partir del conjunto de diferentes agrupaciones políticas cercanas a la Dictadura de Pinochet (o “régimen militar” según consignan en su portal); y la Unión Demócrata Independiente (UDI), formada a partir de los postulados de Jaime Guzmán, ideólogo político de la Dictadura desde 1980, destacando su conservadurismo, la cercanía con la Iglesia Católica y su inspiración por el Franquismo. Si bien el apoyo público a la dictadura y al general Pinochet como rostro insigne del período era algo común entre las personalidades políticas de ambos partidos durante la década del ‘90 y principios de los 2000, las aspiraciones de la propia derecha por obtener el puesto del Ejecutivo se veían entorpecidas, en parte, por su pasado histórico reciente. 

Lo anterior se mantuvo hasta el año 2010, cuando Sebastián Piñera (militante de Renovación Nacional) sube a la presidencia tras una campaña que, además de prometer cambios frente a los 20 años ininterrumpidos de gobiernos centroizquierdistas, venía asociada a la necesidad de desmarcarse de la sombra de Pinochet y de convencer a la población de que, independientemente de lo ocurrido en el pasado, tanto él como los partidos de su sector tenían una firme convicción por la democracia.

 

Militares deteniendo gente frente a La Moneda el 11 de septiembre de 1973 (Chas Gerretsen)

 

APARICIÓN DE KAST EN EL MAPA POLÍTICO: UN NUEVO LUGAR PARA EL CONSERVADURISMO

En el contexto de una nueva derecha que se articulaba progresivamente, aparece la figura de José Antonio Kast. Militante de la UDI y congresista del conglomerado por 4 períodos consecutivos que renunció a su partido en función de diferencias con el mismo por lo que él consideraba un “alejamiento” de sus ideales fundacionales. Así, para las elecciones del año 2017, Kast emprendió una campaña presidencial independiente, en la que obtuvo un 7,93% de los votos. 

 El sello personal de Kast fue, de allí en más, la subversión discursiva en torno a  supuestos moldes sociales opresivos que la izquierda habría impuesto de forma hegemónica a través de los medios de comunicación (una lógica reconocible también en líderes como Bolsonaro y Trump), apuntando siempre a una teórica»mayoría silenciosa«.   

Lo anterior se forjó como un pilar fundamental de su aparición pública, destacando por propuestas y declaraciones polémicas como la existencia de una “dictadura gay, la idea de construir una zanja en la frontera con Bolivia para evitar el ingreso ilegal de personas y la retirada de Chile del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, entre otras. 

 En paralelo con el ascenso del discurso conservador y la existencia de un nuevo asidero para quienes lo profesaban, se solidificaba el recambio pragmático de la derecha chilena. En el año 2019 la UDI daba a conocer una modificación en su declaración de principios, escritos en 1983, a través de la cual se retiraban las alusiones al marxismo y la reivindicación directa del Golpe de Estado de 1973

El distanciamiento de la UDI respecto a su pasado participante de la Dictadura Cívico-Militar dejaba a la deriva la representación política directa de quienes consideraban lo ocurrido entre 1973 y 1990 como un beneficio para el país. Así, las personas que se identificaban con esa premisa se posicionaron bajo el alero del Partido Republicano (fundado por el propio Kast).

 

José Antonio Kast junto a Rebecca Kiessling en el marco de una campaña anti-aborto (El Mostrador)

 

ELECCIONES DE 2021 Y VOTACIÓN CONSTITUYENTE DE 2023

La confirmación de la influencia creciente del pensamiento conservador en la política chilena vino de la mano con las elecciones presidenciales de 2021 y posteriormente con la elección del Consejo Constitucional del año 2023. 

En las elecciones de 2021 los resultados definieron una victoria de Boric con el 55,87% de los votos, contra el 44,14% obtenido por José Antonio Kast, quien dió continuidad a su estrategia de incorrección política y que, más allá de la derrota, se consolidaba como un candidato capaz de aglomerar una fuerza electoral considerable, en desmedro de la capacidad actual de los partidos históricos en el sector de la derecha. Ello a pesar de que la votación estuvo marcada por la existencia de votos antagónicos, donde primaba el repudio por un candidato, en contraposición a la convicción ideológica. 

Por otra parte en los comicios del año 2023 los resultados de las elecciones se definieron de la siguiente manera: la coalición de partidos de derecha y centroderecha, “Chile Seguro” obtuvo un 21,06% de los votos; “Unidad para Chile”, que agrupaba a la coalición de gobierno, un 28,6% de los votos; y el Partido Republicano, que se presentó a los comicios separado del resto de su sector, obtuvo un 35,43% de los votos, convirtiéndose en la primera mayoría y, por consiguiente, en la fuerza mayoritaria dentro del Consejo Constitucional.

 

EL FIN DE LA TRANSICIÓN

A pesar de que, en buena medida, este artículo se ha focalizado en el ascenso de José Antonio Kast como figura política en Chile respecto a un pasado marcado por la Dictadura, ello sólo da cuenta de un fenómeno sintomático que se desprende de una realidad más grande, pues Kast, en tanto personalidad política, no sólo representa sus ideales o los de su partido. Su figura concentra el desdén por el historial político tradicional de Chile y la relativización de un pasado histórico en pro de una narrativa marcada por la instalación de ideas sobre un presente catastrófico 

Las convicciones que expresan tanto el Partido Republicano, como el mismo José Antonio Kast están marcadas por el nativismo, el autoritarismo, e incluso, por el populismo (bajo la conceptualización que utiliza Cas Mudde para identificar a los “populismos de derecha radical”). Todo ello se deja entrever con vasta claridad tanto en su discurso público, como en las propuestas de sus candidaturas.  

 

Personalidades del Partido Republicano tras resultados de las elecciones de 2023 (Diario Financiero)

 

Durante muchos años, tras la salida de Pinochet del poder, se habló de un proceso de “Transición a la democracia”, cuyas implicancias eran bastante difusas. No existía un hito que pudiese demarcar el fin de la transición con certeza, pues más allá de los cambios que se pudieran desarrollar a nivel político-social, existían (y existen) elementos que aún encadenaban el actuar de las instituciones a las bases establecidas por los teóricos de la Dictadura, a la vez que se observaba una colectividad política que rechazaba en mayor o menor medida lo ocurrido en esos 17 años, pero sin la fuerza para erradicarlo de forma definitiva. 

 De algún modo, lo anterior se forjó de forma tal que, a 50 años del Golpe de Estado, no es el rechazo a la Dictadura lo que marca la agenda política de Chile, sino su revalorización y reivindicación. La búsqueda de discursos nativistas que reviven como un baluarte el legado de Augusto Pinochet se alzan como el gran espacio que alberga buena parte de las masas votantes que, hasta ahora, habían permanecido alejadas de la participación política y que se han incorporado en el último tiempo. Así, es posible que a día de hoy se pueda hablar del fin de la transición a la democracia, pero no a través del rechazo a los procesos políticos que llevaron a Chile hasta ella, sino mediante la pérdida del temor frente a los discursos autoritarios de la ultraderecha


NOTA: Los planteamientos e ideas contenidas en los artículos de análisis y opinión son responsabilidad exclusiva, en cada caso, del analista, sin que necesariamente representen las ideas de GEOPOL 21.

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