¿ES PROBABLE UN ATAQUE DE CHINA A TAIWÁN?

por | Oct 26, 2023

Este articulo  trata de poner luz a una pregunta que aborda la realidad internacional: ¿atacará China a Taiwán? ¿En qué condiciones podría darse este hecho? En primer lugar, se expondrán algunos antecedentes históricos, que son la raíz del enfoque actual de China en Relaciones Internacionales. En segundo lugar, se mencionarán los motivos económicos y políticos […]

Este articulo  trata de poner luz a una pregunta que aborda la realidad internacional: ¿atacará China a Taiwán? ¿En qué condiciones podría darse este hecho? En primer lugar, se expondrán algunos antecedentes históricos, que son la raíz del enfoque actual de China en Relaciones Internacionales. En segundo lugar, se mencionarán los motivos económicos y políticos por los que se considera que el conflicto es improbable y finalmente se presentarán los motivos que podrían hacer estallar el susodicho conflicto.


INTRODUCCIÓN

Durante las últimas décadas, hemos podido observar el ascenso, entre otros países, de China, al punto de rivalizar con los EEUU en campos como el comercio y la tecnología, incluso dando apoyo abiertamente a sus rivales político-militares (La Federación Rusa y Corea del Norte). Esta rivalidad se ha hecho patente en una zona muy concreta: Taiwán. Esta isla es reclamada como territorio por la propia China, pero los EEUU han apoyado su independencia (aunque no de manera oficial y abierta). Este conflicto se ha mantenido relativamente pacífico a lo largo del tiempo, pero esto no ha impedido que muchos expertos teorizaran sobre una posible invasión militar de la China para lograr de una vez por todas y para siempre la soberanía de la isla.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE CHINA

Para entender la posibilidad de un ataque, es preciso comprender la situación y aspiraciones de la China respecto al resto del mundo. Durante la época colonial, China fue conquistada y humillada por las diferentes potencias occidentales, en lo que los chinos recuerdan a día de hoy como el “siglo de la humillación”. Una  vez conseguida su independencia, sufrieron grandes conflictos militares, desde la ocupación japonesa de Manchuria (que implicó numerosos asesinatos, violaciones y pérdida de derechos humanos), hasta una guerra civil entre nacionalistas y comunistas. Finalmente, formaron parte del bando comunista durante la Guerra Fría, directamente opuesto al capitalista, representado por Occidente. Por lo tanto, si observamos el pasado de China, lo vemos repleto de agravios y antipatía hacia los EEUU, Occidente y todo lo que representan.

Esta oposición a Occidente (y por ende a sus valores) son en cierto modo uno de los motivos por los que China ha desarrollado una estrategia de pragmatismo tanto en su política interior como sobretodo en su política exterior. No adoptan los discursos sobre liberalismo, democracia y defensa de los derechos humanos, y solo se atienen a las instituciones y legislaciones internacionales cuando éstas les benefician de forma directa, negándose a hacerlo y cuestionándolas abiertamente cuando no es así. Un ejemplo es su rechazo total a la “Responsabilidad de Proteger”, un principio internacional que implica que los países tienen el deber de intervenir si un país se niega o no puede proteger los derechos humanos de sus ciudadanos. China, por su parte, prefiere una política de no intervención y de respeto a la soberanía interna de los países, independientemente de lo que los países decidan hacer de fronteras para adentro. Este pragmatismo es uno de los motivos clave que nos permiten entender en qué casos se podría dar un ataque de la China a Taiwán.

Famosa caricatura que representa el reparto de China entre las potencias mundiales del momento. De izquierda a derecha: la reina Victoria del Reino Unido, el káiser alemán Guillermo II, el zar Nicolás II de Rusia, Marianne (alegoría de la República francesa) y un samurái japonés. Fuente: Canarias Semanal.

 

MOTIVOS EN CONTRA DE UN HIPOTÉTICO ATAQUE A TAIWÁN 

Revisados los antecedentes históricos de China, y puesto de relieve su rivalidad con Occidente en general y. con los EEUU en particular, es necesario entender la estrategia que China sigue para alcanzar la tan ansiada hegemonía. Al contrario de lo que ha sucedido en diversas ocasiones en el pasado, esta hegemonía no se disputa en el plano militar (con una guerra entre superpotencias) sino en un plano tecnológico, político y sobre todo económico. La economía y el comercio son las herramientas y fundamentos sobre los que China pretende erigir su dominio global. Para empezar, ya ha conseguido ser uno de los socios comerciales (sino el más) importantes de los países de Asia, América Latina, África e incluso Europa. Por otra parte, China lleva décadas desarrollando la “Iniciativa de la Franja y la Ruta”, un complejo de infraestructuras y tratados comerciales que, rememorando la antigua Ruta de la Seda, ampliaría y fortalecería enormemente la influencia y la capacidad comercial de China. Actualmente este proyecto está teniendo un buen recibimiento a nivel mundial, uniéndosele varios países del mundo.

Países que conforman la iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda china. Fuente: Green Finance & Development Center

Volviendo al tema de Taiwán, si China decidiera atacarles, cabría esperar una reacción de la comunidad internacional muy similar a la que recibió en su día la Federación Rusa con su ataque sobre Ucrania: condena internacional, empeoramiento de las relaciones con casi todos los países del planeta y sanciones económicas de todo tipo. Un escenario como este implicaría terminar de golpe con todo el trabajo económico y político realizado durante décadas, y perder millones de dólares en inversiones por todo el planeta, algo que no entraría dentro de los planes de una administración que, como ya se ha citado anteriormente, basa su estrategia en el pragmatismo. Además de eso, lo cierto es que los lazos culturales y económicos entre China y Taiwán son muy profundos, y China trata de profundizarlos todavía más, atrayendo empresas y capital, con la intención de lograr la anexión de forma pacífica. Esta invasión, por lo tanto, no solo sería un suicido y un error a muchos niveles, sino que incluso podría llegar a ser inútil.

 

ESCENARIOS EN LOS QUE SÍ SE PODRÍA DAR UN ATAQUE MILITAR 

Improbable no es sinónimo de imposible. Lo cierto es que China también lleva mucho tiempo agrupando tropas e intimidando militarmente a Taiwán. Existen 3 escenarios en los que las intimidaciones podrían dar lugar al fuego abierto:

            -En primer lugar, una posible ceguera ideológica de Xi Jimping: Ha quedado claro el pragmatismo de la política internacional China, pero no sería la primera vez que un líder se cree su propia propaganda e ideología al punto de cometer graves errores políticos y militares. Un ejemplo de ello es el dictador Adolf Hitler, que consideraba a los soviéticos “infra hombres” al fracasar su guerra en Finlandia, y años después lanzaría la “Operación Barbarroja”, con la intención de conquistar la URSS. El resto es historia. También se ha dicho que la misma ceguera llevó a Putin a invadir Ucrania, aunque John Mearsheimer, uno de los más grandes expertos en Relaciones Internacionales, dio también parte de culpa a las provocaciones occidentales. Volviendo a China, el propio Xi Jimping es un considerable erudito e incluso escritor de la teoria comunista (en su vertiente marxista-leninista), por lo tanto, no es descabellado (aunque sí poco probable) que en cierto punto se pudiera dejar llevar por la “inevitable victoria de la clase obrera sobre el capitalismo” y decidiera que China podría ganar este conflicto y salir reforzada.

            -En segundo lugar, si la anexión pacífica fuera imposible: China lleva décadas tratando de controlar económica y diplomáticamente Taiwán con la esperanza de anexar la isla a largo plazo. Por el momento la isla parece resistir, en parte gracias a los EEUU, que tienen bases y tropas cerca, y responden a las provocaciones chinas con maniobres militares propias. Sin embargo, el apoyo de los EEUU es limitado y extraoficial. Si algún día un presidente de los EEUU decidiera hacer oficial su apoyo y mandar una gran cantidad de tropas a la isla para asegurar su plena independencia, las probabilidades de un conflicto aumentarían exponencialmente, ya que China lo consideraría un ataque a su soberanía.

            -Finalmente, una derrota de los EEUU y Occidente en Ucrania: Cualquier ley, nacional o internacional se sostiene sobre la amenaza de sanción por incumplimiento. Y, según la corriente teórica “realista”, una potencia hegemónica lo es en tanto que es capaz de imponer sus propios intereses a cualquier otra potencia. En este sentido, la Federación Rusa vulneró tanto la ley internacional como los intereses de los EEUU cuando decidió atacar a Ucrania y anexarla a su territorio. China ahora observa este conflicto y la respuesta de los países y las armas y tácticas que se utilizan. En este sentido, si los EEUU no pudieran defender exitosamente a Ucrania, probablemente tampoco se encontrarían capacitados para defender Taiwán (y menos tras una derrota militar donde su futuro oponente ha podido aprender sus tácticas y debilidades), y las posibilidades de un futuro ataque aumentarían exponencialmente. En cambio, si los EEUU tuvieran éxito, probablemente China no se arriesgaría a afrontar un oponente en condiciones de defender sus aliados e intereses.

 

CONCLUSIONES

Un ataque es poco probable, pero no imposible. El éxito militar de los EEUU en Ucrania y en futuros conflictos militares, junto con su pericia diplomática serán claves para restar motivos a China. Por otra parte, los éxitos económicos y diplomáticos de los proyectos chinos podría disminuir su ambición militar, aunque aumentaría su estatus de superpotencia y presentaría problemas importantes a la hegemonía del sistema internacional occidental. El futuro de Taiwán pende de un hilo delgado pero, por ahora, es resistente.


NOTA: Los planteamientos e ideas contenidas en los artículos de análisis y opinión son responsabilidad exclusiva, en cada caso, del analista, sin que necesariamente representen las ideas de GEOPOL 21.

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