LAS GUERRAS DEL OPIO 3.0

por | Oct 14, 2023

En el presente, China emplea el fentanilo, una droga altamente adictiva, en su competencia geopolítica en contra de Estados Unidos en aras de sobrepasarlo. La relación histórica de China con Occidente, su pensamiento doctrinario, y las evidencias en el caso indican claramente que el fentanilo es un arma en la concepción china. La geopolítica no […]

En el presente, China emplea el fentanilo, una droga altamente adictiva, en su competencia geopolítica en contra de Estados Unidos en aras de sobrepasarlo. La relación histórica de China con Occidente, su pensamiento doctrinario, y las evidencias en el caso indican claramente que el fentanilo es un arma en la concepción china.


La geopolítica no se juega simplemente a través de la confrontación directa, la batalla decisiva, y la formación militar entre bandos, más bien, se extiende a dimensiones consideradas típicamente como “civiles”. Esto, a pesar de lo que quieren afirmar algunos autores, no es nada nuevo. Los instrumentos de la guerra siempre han sido variados, incluyendo aquellos principalmente asociados con el reino civil.

La más reciente manifestación de ello, es la forma en la que China emplea drogas potentes para debilitar a los Estados Unidos, con la esperanza de poder sobrepasarlo. La crisis del fentanilo en EE.UU. tiene huellas chinas por todos lados, y ha generado consecuencias graves para la población estadounidense.

 

LAS GUERRAS DE OPIO

En el pasado, para analizar el uso del fentanilo por parte de China en su competencia contra Estados Unidos, se ha hecho la comparación con las guerras del opio en el siglo 19. Sin embargo, esta afirmación parece estar equivocada. La primera guerra del opio sucedió entre 1839 y 1842, peleada por China y el Reino Unido. En términos básicos, este conflicto inició debido a la destrucción de mercancía en la forma de opioides de Reino Unido por parte del gobierno chino, tras años de boom en el consumo de la droga y su esparcimiento en la sociedad china.

La segunda guerra del opio fue peleada entre China y la combinación de Francia y Reino Unido, entre 1856 y 1860. Comenzó por un nuevo intento por parte de autoridades en China de frenar el comercio del opio, y la captura de una embarcación británica cargando la mercancía opioide. En ambos casos, las drogas no fueron empleadas para combatir la guerra por medios no convencionales o militares, más bien, se lucharon guerras para asegurar el dominio sobre el mercado del opio. El objetivo original no era colonizar la tierra ni ganar una competencia geopolítica en contra de los chinos; esos fueron beneficios extras de combatir la guerra para asegurar el mercado.

Mapa de las guerras del opio en el siglo XIX. (Maps on the web)

Las guerra de opio en contra de China dieron inicio a lo que es conocido como “El Siglo de Humillación”, en donde los Estados occidentales rompieron con el prestigio y dominio que tenían los chinos en el este asiático. La pérdida de su imperio y reputación, parte importante de su territorio, y no poder controlar sus políticas internas por casi un siglo, generó un recelo en los dirigentes chinos que hoy en día reclaman su posición en el escenario internacional y emplean al siglo de humillación como herramienta para sulfurar sentimientos nacionalistas entre su población.

Lo que en el presente hace China no es para asegurar un mercado ni conseguir réditos, a pesar de que aquello sea un beneficio adicional, sino que emplean las drogas como herramienta de política exterior para debilitar a USA y sobrepasarlo.

 

LA GUERRA IRRESTRICTA CHINA

En 1999, dos militares de las fuerzas militares chinas escribieron un texto que formaría la base de la estrategia para la competencia entre potencias del Partido Comunista Chino. Qiao Liang y Wang Xiangsui fueron los autores de “Guerra Irrestricta”, dónde promulgan una estrategia basada en diversas dimensiones, aprovechándose de tecnologías modernas, para derrocar a los Estados Unidos.

La esencia de la guerra, dicen, ha cambiado, ya no se puede enfocar principalmente en el poder duro y esperar que sea suficiente para derrotar a las otras potencias. El conflicto entre Grandes Potencias no tiene forma plausible de calentarse dada la presencia de armas nucleares que, en tal caso de ser empleadas, volverían la guerra en sí misma redundante, pues se acaba en esencia con la humanidad. Por ello, es necesario utilizar “todos los medios, incluyendo la fuerza armada o no armada, militares y no militares, y medios letales y no letales para obligar al enemigo a aceptar los intereses de uno”.

Al cambiar la guerra y su función, los medios para obtener los objetivos también evolucionan. En el presente mundo digital y globalizado, un acto en contra del enemigo puede ser un hacker que afecta la infraestructura de un Estado, un ataque financiero o sanciones económicas, un reportaje de CNN que afecta la legitimidad del Estado, etc. Así, la línea entre la guerra y la paz es cada vez más borrosa.

Uno de los medios usados por China es el debilitamiento moral y físico de la población del rival. De esta forma, rompe con uno de los elementos de la trinidad clausewitzeana de la guerra: la emoción (la población en la segunda trinidad). Sin este elemento, no es posible combatir una guerra.

La trinidad de Clausewitz para la guerra regular e irregular. Fuente: CESI

Las personas (1) no la apoyan dada la apatía ante problemas internacionales, sea por preocupación principal en los problemas internos (un Estado no puede competir efectivamente si es un caos por adentro), o por estar adictos a la sodoma y gomorra que proveen las drogas. Además, (2) se afecta el proceso dinámico entre los grupos representantes de la trinidad, donde partes de la población fluyen al gobierno y a las Fuerzas Militares. Ya en el presente, Estados Unidos está en crisis con el reclutamiento, ¿qué pasaría cuando una mayor cantidad de jóvenes están adictos a una droga tan potente como el fentanilo?

Bajo esta lógica, China emplea el fentanilo como arma en contra de la población de Estados Unidos.

 

EL FENTANILO Y SU USO POR EL PARTIDO COMUNISTA

CHINO

El fentanilo ha causado ya una crisis en Estados Unidos. En 2021, más de nueve millones de personas abusaron de opioides, y 106.699 personas murieron por sobredosis, más de la mitad de las cuales a causa del fentanilo. Esta droga es un opioide sintético 100 veces más potente que la morfina que se puede separar en dos categorías: fentanilo farmacéutico y fentanilo manufacturado de forma ilegal; la primera es aprobada por las autoridades de USA, la segunda, no.

Los efectos secundarios del fentanilo son catastróficos para el usuario. Más allá de ansiedad, paranoia, euforia y cambios de humor repentino, el individuo enfrenta problemas respirando, la mitigación al riesgo se reduce, causando comportamiento impulsivo y peligroso, siente náuseas, su ritmo cardíaco se reduce, está exhausto y queda, se aleja de su círculo social.

Agravar este problema para Estados Unidos es una oportunidad como ninguna otra que tiene el partido comunista chino para debilitar el alistamiento militar y las capacidades de sus fuerzas constituidas. Si los jóvenes están adictos al fentanilo, ¿tendrán ganas de unirse a las fuerzas militares? Peor aún, ¿serían aptos para ser parte de las fuerzas en sí mismos?

Muertes por sobredosis en Estados Unidos (1999-2021). Fuente: NIH

 

Es claro que China usa este problema del fentanilo como una herramienta geopolítica, aun cuando no sea oficialmente una política de Estado. El uso de esta herramienta es por la omisión de actuar, no por la actuación a favor de tráfico de drogas.

China pone un precio de capital político alto para tomar acciones en contra del tráfico de fentanilo. Como lo pone el Brookings Institute, “China considera que la lucha contra las drogas y, en términos más generales, la cooperación internacional en materia de aplicación de la ley, son una herramienta estratégica que puede aprovechar para lograr otros objetivos”. A cambio de concesiones por parte de los Estados Unidos, China cooperaría para combatir el tráfico de fentanilo.

Naturalmente, para fortalecer su posición negociadora, el gobierno ha puesto una fachada de cooperación en el tema, poniendo productos de fentanilo dentro de la lista Lista Suplementaria de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas Fiscalizadas de Uso No Médico. Esta designación, en teoría, controla y vigila de cerca la exportación de estos productos para evitar su empleo indebido. No obstante, hay poca evidencia de la aplicación de estos controles.

Desde China llega fentanilo crudo, junto a precursores y análogos de fentanilo, medicamentos recetados falsificados con fentanilo como oxicodona, prensas de pastillas y otra maquinaria necesaria para la producción de fentanilo. Eso ha permitido que localmente se produzca y comercie la droga, dificultando su contención para las autoridades. Peor aún, el fentanilo muchas veces no llega a EE.UU. directamente, más bien, llega a México donde los controles a las drogas son más ligeros para luego ser exportados a Estados Unidos a través de la porosa frontera sur.

El gobierno chino niega cualquier responsabilidad en la crisis de fentanilo, culpando, más bien, a la población estadounidense por demandar tanto de la droga por problemas sociales y al poder de la industria farmacéutica. Más, no obstante, investigaciones muestran que, a pesar de existir evidencia en contra de actores traficantes establecidos en China, el gobierno no ha actuado en contra de ellos y permite su continua operación.

Flujos de fentanilo y prrecursores de fentanilo desde China. Fuente: US-China Economic and Security Review Commission

CONCLUSIÓN

Es claro al revisar la evidencia que China emplea al fentanilo su tráfico como herramienta para debilitar a Estados Unidos en su guerra geopolítica. En primer lugar, hay un motivo claro: volverse el Estado dominante en el sistema internacional, mientras se venga de Occidente por el siglo de humillación que vivió. En segundo lugar, hay una teoría y doctrina completa de guerra en China, la cual justifica y revela como operar en espacios no militares para lograr los objetivos políticos del Estado

Como último punto, la evidencia muestra la inacción del gobierno chino para frenar el problema y su uso de este como ficha de negociación para lograr concesiones por parte de Estados Unidos. A pesar de negar su involucramiento, todo parece apuntar a que China en efecto usa el fentanilo y su tráfico para atacar a la población de Estados Unidos para debilitar al país y ganar la competencia geopolítica.


NOTA: Los planteamientos e ideas contenidas en los artículos de análisis y opinión son responsabilidad exclusiva, en cada caso, del analista, sin que necesariamente representen las ideas de GEOPOL 21.

1 Comentario

  1. Jesus

    No he encontrado en su artículo ni un solo dato ni evidencia de de la involucración del Gobierno de China en la «crisis del Fentanilo». Se da por supuesto y no se explica. Sería oportuno aportar las evidencias para no ser considerada una Fake New difundida por EEUU en sus intereses geopolíticos para debilitar el avance de la influencia china en el Índico, África y Sudamérica. Gracias

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