A los perfiles de Sebastián Piñera -presidente de Chile- y Alberto Fernández -presidente de Argentina- los separa un abismo tan alto como la Cordillera de los Andes. El primero, un empresario de derecha formado en Harvard, cuyo accionar político es inseparable del financiero. El segundo, un abogado, que hizo campaña declarando que lo influenciaba más Bob Dylan que Perón. El único rasgo común en los dos, es el estilo pragmático con que han conducido sus carreras políticas. El mismo estilo que ha primado en las relaciones bilaterales entre ambos países.
LA SOMBRA DE WASHINGTON: DRONES, BASES SECRETAS Y EL PODER INVISIBLE EN UNA REGIÓN EN LLAMAS
Durante más de una década, Estados Unidos ha proclamado su voluntad de reorientar su mirada hacia Asia, convencido de que el Indo-Pacífico es el verdadero centro de gravedad del siglo XXI. Sin embargo, Oriente Próximo continúa reclamando su atención con una fuerza...






