A los perfiles de Sebastián Piñera -presidente de Chile- y Alberto Fernández -presidente de Argentina- los separa un abismo tan alto como la Cordillera de los Andes. El primero, un empresario de derecha formado en Harvard, cuyo accionar político es inseparable del financiero. El segundo, un abogado, que hizo campaña declarando que lo influenciaba más Bob Dylan que Perón. El único rasgo común en los dos, es el estilo pragmático con que han conducido sus carreras políticas. El mismo estilo que ha primado en las relaciones bilaterales entre ambos países.
ÁFRICA, EL PRÓXIMO OBJETIVO DEL YIHADISMO GLOBAL
El continente africano se ha convertido en el nuevo epicentro del yihadismo internacional tras el declive relativo de los conflictos en Siria y Afganistán. En su informe, Manuel Paz Bernal analiza cómo las debilidades estructurales de numerosos Estados africanos...