SEMICONDUCTORES, NUEVO ELEMENTO DE PODER GLOBAL

por | May 20, 2021

La pugna geopolítica mundial entre Estados Unidos y China tiene dos piezas fundamentales entre ambos bloques: Taiwán y Corea del Sur. En ambos países se concentra la mayor producción de un bien imprescindible para el desarrollo de nuevas tecnologías: semiconductores.

En los últimos meses, se han sucedido una serie de noticias en las que informaban de movimientos de tropas, especialmente chinas, en el Estrecho de Taiwán.

Algunos expertos hacen referencia a la probabilidad de una invasión, como ha declarado recientemente Philip Davidson, el máximo comandante militar saliente de Estados Unidos en el Pacífico. Su análisis valoraba la posibilidad de que China invadiera Taiwán en algún momento de los próximos seis años. Una de las posibles causas que motivarían este hecho es el importante papel que desempeña Taiwán en la industria mundial de los semiconductores. 

Capacidades marítimas de China. (The Economist)

Este producto se está convirtiendo en un bien imprescindible para el desarrollo de las últimas tecnologías. Los países en los que se han concentrado las mayores empresas están en Taiwán y Corea del Sur. Ante la escasez que existe de chips, las potencias han centrado su mirada en esta parte del mundo.

Las repercusiones geopolíticas que puede llevar la intervención en la cadena de suministro de este escaso recurso solo puede ser comparada a las acciones pasadas por el petróleo. La importancia de los semiconductores otorga una nueva ventaja estratégica a los países fundamentales en su abastecimiento, provocando importantes tensiones entre EE.UU. y China por el control de este nuevo recurso. 

LA IMPORTANCIA DE LOS SEMICONDUCTORES

Como su nombre indica, un semiconductor es un material que se encuentra entre un material totalmente conductor, como el metal, y un aislante, como el vidrio o la cerámica. Sobre este material se instalan los transistores para fabricar circuitos integrados, o microchips.

La importancia de estos componentes es la dependencia de ellos en todo elemento electrónico que forma la nueva economía digital. El 5G, la inteligencia artificial, los coches conectados, o el internet de las cosas, pueden ser los ejemplos más modernos. Pero estos componentes también se encuentran en los teléfonos móviles, en los coches, o en los ordenadores. Los semiconductores son una tecnología fundamental para prácticamente todos los ámbitos de nuestra economía

Evolución de las ventas de semiconductores. (SIA, Asociación de la Industria de Semiconductores)

Dada la rápida innovación tecnológica actual, se espera que la industria de los semiconductores experimente un crecimiento continuo. La gran cantidad de empresas involucradas en la cadena de producción y la importancia de este producto en materias como la seguridad y la defensa, está provocando que las potencias mundiales traten la producción y abastecimiento de este producto como un asunto de seguridad nacional.

Actualmente existen cuatro países que concentran la mayor parte de la producción de semiconductores. Esto es una consecuencia del creciente gasto en I+D que han llevado a cabo los sucesivos gobiernos de China, Japón, Corea del Sur y Taiwán, convirtiendo a sus países en los grandes del sector de los semiconductores en Asia-Pacífico, ocupando cuatro de los seis primeros puestos en cuanto a ingresos totales. Asia-Pacífico es también el mayor mercado mundial de semiconductores, con un 60% de las ventas mundiales de semiconductores, dentro del cual sólo China representa más del 30%.

Líderes mundiales en la venta de semiconductores. (Statista)

LA DEPENDENCIA DE LAS POTENCIAS

Debido a la alta demanda de semiconductores para China, su escasez y dependencia de ellos representan una vulnerabilidad estratégica que se interpone en su objetivo de convertirse en una potencia tecnológica. En 2020, China importó semiconductores por valor de 350 mil millones de dólares, más que en petróleo, y más que sus importaciones totales de su mayor socio comercial, la Unión Europea. Mientras tanto, solo fue capaz de fabricar el 15,7% de la demanda. 

A pesar de la enorme inversión gubernamental de las autoridades de Pekín en semiconductores, es poco probable que las empresas chinas puedan competir en el nivel superior de los fabricantes de semiconductores a nivel mundial durante la próxima década, dejando al sector tecnológico del país dependiente del acceso a los chips extranjeros. En este contexto de vulnerabilidad, el dominio de la empresa Taiwán Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) en la producción mundial de semiconductores puede tentar a Xi Jinping a anexionarse la isla, objetivo perseguido desde hace tiempo por China. 

El mercado de la oferta y la demanda mundial de semiconductores. (El País)

Por otro lado, los países occidentales se están centrando en garantizar el suministro de semiconductores por parte de TSMC, convirtiendo el tema en una prioridad en la toma de decisiones. Su importancia se ha puesto de manifiesto recientemente debido a la dificultad de la industria automotriz en la adquisición de los chips necesarios. Esto ha provocado que grandes empresas, como la alemana Volkswagen, la estadounidense Ford y la japonesa Toyota, se hayan visto obligados a detener la producción. Debido a esta situación, los principales fabricantes están presionando a sus gobiernos para que les ayuden, por lo que garantizar la independencia de Taiwán se ha convertido en una clara prioridad para las potencias occidentales. 

LA VENTAJA DE TAIWÁN

A pesar del incremento de los movimientos militares en el estrecho de Taiwán, no es probable que Pekín invada la isla para poner fin a la prolongada disputa sobre cuántas «Chinas» hay, ya que tendría que considerar el coste de dañar la cadena de suministro de semiconductores, de la que su industria es muy dependiente. 

Por otro lado, el gobierno de Taiwán conoce la importancia de esta industria para los Estados Unidos y sus aliados. El control chino de un elemento tan clave en el desarrollo de las tecnologías fundamentales, supondría un problema de seguridad de cara a proteger las economías nacionales de las condiciones de Pekín, especialmente Estados Unidos.

Aunque Taiwán lleva preparándose para una posible invasión desde 1949, esta no sería una tarea fácil para el Ejército Popular de Liberación. La importancia de TSMC como actor principal en una cadena de suministro global crítica tanto para China como para Estados Unidos ha colocado en una posición de fuerza al gobierno de Taipéi. Veremos cómo decide explotar esta nueva ventaja el gobierno de Tsai Ing-wen, del Partido Democrático Progresista, en su camino a lograr una identidad taiwanesa, y posiblemente, la independencia. 


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