La confrontación entre Japón y China sobre la soberanía de un grupo de pequeños islotes deshabitados en el Mar de China Oriental, administrados por Japón y denominados Islas Senkaku en Japón e Islas Diaoyu en la República Popular China, se han convertido en un campo de batalla indirecto en la creciente competencia entre China y EE.UU. en el Indo-Pacífico, quedando Japón en medio de dicho conflicto.
Las relaciones entre Estados Unidos (EE.UU.) y la República Popular China (China) han sido históricamente complicadas. Con la nueva alianza militar entre EE.UU., Reino Unido y Australia (AUKUS) se produce un nuevo pulso entre Washington y Pekín por el hegemón en la región del Indo-Pacífico.
ASIS, así se llama uno de los servicios secretos menos conocidos del mundo. Mediante esta agencia, el gobierno australiano protege sus intereses en una de las zonas con mayores tensiones geopolíticas, Asia-Pacífico.
La pugna geopolítica mundial entre Estados Unidos y China tiene dos piezas fundamentales entre ambos bloques: Taiwán y Corea del Sur. En ambos países se concentra la mayor producción de un bien imprescindible para el desarrollo de nuevas tecnologías: semiconductores.
China se ha propuesto arrebatar definitivamente el hegemón mundial a Estados Unidos y pretende hacerlo por la vía económica y comercial. Para ello está llevando a cabo ambiciosas políticas de interdependencia económica con diversas regiones del globo con el objeto de que pronto, todas las grandes decisiones en esta materia se tomen desde Pekín.