Vivimos en un mundo cada vez más peligroso para las personas defensoras de la Tierra y el medioambiente. Los procesos de activismo, mantenimiento de formas tradicionales de vida y las propuestas alternativas al modelo actual de desarrollo, viven bajo el yugo de una represión violenta constante por parte de todos los actores interesados en explotar la tierra y sus recursos. Actualmente existe un movimiento global que, a través de la justicia ambiental, busca impulsar la sociedad y la economía hacia una “sostenibilidad ecológica. En América Latina a partir de 2001 se consolidó un proceso regional e internacional de protestas contra la globalización en oposición al neoliberalismo y a los acuerdos de libre comercio.
INTRODUCCIÓN