A finales de 2020 las relaciones entre Australia y China llegaron a uno de los puntos más críticos de los últimos tiempos. Dos de los países más ricos de la región de Asia-Pacífico y dos grandes aliados económicos han tornado sus relaciones en tensiones que parecen a punto de estallar. Teniendo en cuenta la relevancia de la región en los últimos tiempos y en lo que se convertirá en años venideros, la cuestión sobre cómo se desarrollarán estas relaciones resulta de gran importancia para la estabilidad de la zona. ¿Pero cómo se ha llegado a este punto? ¿Cómo puede resolverse esta situación?
EL ORIGEN DE LAS TENSIONES
La predominancia china no es algo nuevo, llevamos años viendo el ascenso del gigante asiático hasta el punto de haberlo naturalizado como la segunda potencia mundial. China no ha llegado a esta posición por casualidad, su estrategia de desarrollo en todos los niveles le ha llevado a donde está hoy en día. Ahora es el momento en el que tiene que enfrentarse a los que juegan en su nivel y es en este punto donde ocurren las disonancias con Australia. Australia, reconocido país desarrollado e importante aliado estadounidense, se ha convertido por lógica internacional en un potencial enemigo de China dadas las relaciones del gigante asiático con el país americano. Dentro de este contexto las acciones que han desarrollado tanto unos como otros no han hecho más que agravar estas diferencias existentes entre ambos.
Podríamos establecer el 2018 como el inicio de la decadencia de las relaciones entre Canberra y Pekín cuando desde Australia se acusó al gobierno chino de inmiscuirse en asuntos internos australianos. Más tarde, en 2019, la inteligencia australiana aclaró que China era responsable de un ciberataque al Parlamento australiano y a ciertos partidos del país oceánico. Tras esto Australia prohibió a sus empresas adquirir tecnología 5G de la compañía china Huawei, vetando así estas redes por motivos de seguridad nacional lo cual empeoró cuando el gobierno australiano encabezó un grupo de países que pedían la realización de un informe e investigación a China sobre los orígenes del COVID-19. Esta petición se convertiría en la excusa perfecta para las sanciones de China que se han traducido en aranceles a multitud de productos australianos como el vino, la cebada o la carne de vacuno, o prohibiciones a la compra de madera y carbón australianos. Estas represalias se deben también al cúmulo de acciones australianas que no han sentado bien en Pekín respecto al posicionamiento australiano contra las nuevas leyes de seguridad en Hong Kong.
El último acontecimiento que ha contribuido al aumento de estas tensiones ocurrió a finales del año pasado y está relacionado con Afganistán. Se trata de un tweet publicado por el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Pekín, Zhao Lijian, en el que insinuaba asesinatos de civiles y niños afganos por soldados australianos a través de una imagen falsa.
A pesar de todo esto, en el plano económico, ambos países son importantes socios con intercambios comerciales que ascienden a altas cantidades de millones de euros, lo cual no hace más que añadir complejidades al desarrollo de sus relaciones.
Los presidentes de China y Australia tras la firma del acuerdo bilateral alcanzado en 2014 sobre el libre comercio (El Mundo)
ESCENARIO ECONÓMICO
Para Australia, China es su socio comercial más importante, un tercio de sus exportaciones van dirigidas al país, sin embargo, cuando la situación se revierte Australia se convierte en el sexto o séptimo socio más importante de China. La situación no es simétrica y China es consciente, de hecho, esta carta se ha convertido en una de sus más importantes estrategias de las últimas décadas pues lo que antes casi ningún país temía ahora es un arma que ninguno quiere probar, las sanciones económicas chinas.
Las sanciones sobre la cebada, el vino o la carne de vacuno no son aleatorias, estos sectores son los más importantes en el intercambio chino-australiano y China lo está usando para castigar a Australia por los actos que ya hemos mencionado. Estas acciones sobre la economía tienen una connotación política clara y es que dada la situación asimétrica, China tiene más oportunidades de presionar para conseguir lo que quiere sin salir perjudicada.
Pero Australia no puede permitirse una guerra comercial como la de EE. UU., por lo que está tratando de diversificar sus exportaciones y de entablar un diálogo económico con China que no parece estar dentro de los planes del gigante asiático. Y es que China ha paralizado este año el “Diálogo económico estratégico chino-australiano” y todo ápice de cooperación económica entre ambos países, ante lo que el país oceánico ha respondido con la rescisión de un acuerdo entre el estado de Victoria con Pekín para formar parte de los proyectos de la Nueva Ruta de la Seda.
Todas estas actuaciones tienen un trasfondo político que ataca directamente a uno de los problemas que más tiempo lleva arrastrando Australia en este sentido, y es que su relación con China es uno de los puntos más complicados de la política exterior australiana dadas las actuaciones de predominancia que está llevando a cabo China cada vez con más asiduidad en la región del Pacífico.
ESCENARIO POLÍTICO Y PULSO POR LA REGIÓN DEL PACÍFICO
La presencia China que cada vez se vuelve más importante en el Pacífico Sur, el entorno geográfico que rodea Australia, es lo que complica aún más esta pérdida de relaciones entre ambos países. Bajo las sanciones económicas para castigar las disputas políticas hay también incentivos geopolíticos, es esto lo que podría estar llevando a China a actuar de forma tan directa contra Australia. Además, el país asiático está utilizando lo que muchos denominan la “diplomacia de la deuda” sobre países como Vanuatu o Fiji para abarcar aún más parte del entorno geográfico y es que con está estrategia China financiaría ciertos proyectos en las islas que serían incapaces de ser pagados por estas y quedarían a su servicio. También esto esconde otra razón y es que en estas islas Taiwán aún tiene cierta relevancia diplomática por lo que cortar estos lazos se ha vuelto también un objetivo.
El primer ministro de Vanuatu, Charlot Salwai, y el presidente chino, Xi Jinping tras una reunión en Pekín en 2019 (The Diplomat)
El giro militar que está tomando cada vez con más fuerza China también preocupa en esta disputa y es que tanto por sus problemas con Taiwán y Hong Kong como por sus pretensiones expansionistas, esta vía más agresiva no parece estar lejos de la perspectiva china. Estos conflictos afectan también a Australia, por un lado, por lo que implica ser aliado estadounidense en estas circunstancias en las que EEUU se posiciona claramente en contra de China y por otro lado por la inestabilidad regional que causan.
Militares norteamericanos y australianos en la ceremonia de clausura de una operación del Ejercicio Talismán en el puerto de Brisbane en 2017 (Ejército de EEUU)
Que China gane presencia militar en la zona pone en peligro a Australia, a su política exterior y al funcionamiento de la región, dejando al país oceánico con muy poco margen de actuación. China financia infraestructuras que luego le sirven para sus intereses y termina controlando por la deuda creada en esos países, aunque con fines civiles o comerciales estas infraestructuras pueden tener uso militar igualmente. China quiere desplazar a EEUU en presencia en el Pacífico por lo que presionar a Australia parece una estrategia clave.
¿ES POSIBLE UNA GUERRA?
Esta posibilidad se baraja sobre todo por el escenario de Taiwán, en el que China buscaría el control a través del ataque que acabaría involucrando a Australia. Pero la idea de que Australia quiera aventurarse a un conflicto de estas características contra China no parece tener mucha lógica, primero por los números: China invierte cerca de diez veces más en gasto militar que Australia, además del poder nuclear chino frente al inexistente australiano. Algunas voces apuntan a que esta idea de enfrentamiento tiene una motivación interna y que se aleja del conflicto con China. Sería una estrategia del gobierno australiano para desviar la atención de la vacunación y la gestión de la pandemia que tantas críticas ha generado por parte de la población australiana. Por otro lado, el periódico chino Global Times insinuó una amenaza a Australia con represalias que incluirían misiles sobre las instalaciones militares si los australianos daban pasos al frente en el asunto con Taiwán.
CONSECUENCIAS
Con todo esto podemos comprobar cómo hay mucho en juego, tanto a nivel comercial por el valor de los intercambios entre estos países, como a nivel internacional y regional por lo que pueda suponer una actuación u otra en este contexto en lo que a control de la región se refiere.
Parte de este empeoramiento de las relaciones entre China y Australia también está causado por EEUU, socio de Australia y enemigo de China. El gigante asiático ha avisado en varias ocasiones al gobierno australiano de no posicionarse junto a EEUU en la línea de guerra fría que lleva. Esto resulta clave para entender la encrucijada australiana ya que en términos económicos Australia necesita a China (es su principal socio comercial), pero en términos políticos y de seguridad Australia no puede permitir el expansionismo chino y tiene que apoyarse en sus aliados.
Dada su situación, Australia tiene más que perder en este juego contra China, su única baza para mantener su posición en la región es mantenerse firme como lo ha hecho hasta ahora y reforzar sus relaciones con sus aliados como Nueva Zelanda o EEUU. Y es que como ya hemos mencionado, estas actuaciones chinas son uno de los grandes problemas de Australia en política exterior y en términos de seguridad marítima y regional por lo que no parece que la solución a las crecientes tensiones se vaya a encontrar pronto.
NOTA: Los planteamientos e ideas contenidas en los artículos de análisis y opinión son responsabilidad exclusiva, en cada caso, del analista, sin que necesariamente representen las ideas de GEOPOL 21.
REFERENCIAS
“CHINA-AUSTRALIA RELATIONS” Lowy Institute. https://www.lowyinstitute.org/issues/china-australia-relations
Alamillos, A (2020) “Esto es lo que pasa cuando plantas cara a China… y no eres Estados Unidos” EL Confidencial. https://www.elconfidencial.com/mundo/2020-06-24/australia-china-sanciones-economia-presion-coronavirus_2651935/
Ayu Nindyawati, M (2020) “Relations between Australia and China in Asia-Pacific Region. Case Study: China’s Expansionism in Asia-Pacific” TransBorders International Relations Journal. https://journal.unpas.ac.id/index.php/transborders/article/view/2489
BBC Redacción (2020) “China y Australia: la foto falsa que ha llevado a un «punto crítico» las relaciones entre ambos países” BBC. China y Australia: la foto falsa que ha llevado a un «punto crítico» las relaciones entre ambos países – BBC News Mundo
Bermúdez, A (2021) “La «diplomacia de la deuda»: cómo China está expandiendo su influencia en el Pacífico Sur y desafía a Australia” BBC. La «diplomacia de la deuda»: cómo China está expandiendo su influencia en el Pacífico Sur y desafía a Australia – BBC News Mundo
Griffiths, J y Westcott, B (2021) “¿Por qué funcionarios australianos insinúan una guerra con China? CNN. https://cnnespanol.cnn.com/2021/05/05/australia-insinua-guerra-china-trax/
Sherlock, S “Australia’s Relations with China: What’s the Problem?” Parliament of Australia. https://www.aph.gov.au/sitecore/content/Home/About_Parliament/Parliamentary_Departments/Parliamentary_Library/Publications_Archive/CIB/CIB9697/97cib23
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