El mercado europeo de defensa sigue fragmentado, con duplicaciones y dependencia de proveedores externos. Es clave impulsar adquisiciones conjuntas, mejorar la inversión en tecnología y estandarizar capacidades militares. La UE debe fortalecer su autonomía estratégica, desarrollar una industria propia competitiva y reforzar su capacidad operativa con iniciativas como PESCO.
Ideas principales:
- Fragmentación y dependencia externa: La UE adquiere el 78% de su equipo militar fuera de Europa, debilitando su autonomía estratégica.
- Necesidad de cooperación e inversión: Se requiere aumentar la producción europea, potenciar adquisiciones conjuntas y mejorar la interoperabilidad.
- Innovación y desarrollo industrial: La UE debe reforzar la tecnología en defensa, priorizando la ciberseguridad, el espacio y la inteligencia artificial.
 

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