El 17 de diciembre de 2011 falleció el querido líder de Corea del Norte, Kim Jong-il. Ese mismo día, su tercer hijo Kim Jong-un se convirtió en líder supremo de la única dinastía comunista y uno de los países más aislados del mundo dando continuidad a la saga y poniendo sobre el panorama internacional nuevos retos e interrogantes.
ANTECEDENTES
Para comprender mejor al actual líder norcoreano, tenemos que remontarnos a comienzos de la Dinastia Kim en 1948, cuando su abuelo Kim Il-Sung fundó la República Popular Democrática de Corea, de la mano de la Unión Soviética. Su etapa como líder estuvo marcada por el intento fallido de reunificar la península coreana durante la Guerra de Corea y por ser el fundador de la ideología Juche, que consiste en la adopción del comunismo pero con aspectos nacionalistas coreanos.
Su régimen vivió tiempos de expansión económica hasta el colapso de la URSS, la cual trajo consigo una fuerte recesión que continuó tras la muerte de Kim Il Sung en 1994. Una crisis que tuvo que afrontar su hijo Kim Jong-Il, cuyo liderazgo estuvo marcado por la hambruna que mató a casi 3 millones de norcoreanos y una creciente militarización de Corea del Norte basada en la doctrina Songun, que consiste en priorizar la política militar sobre los demás aspectos del país. Una política que condujo al desarrollo de armas nucleares, consiguiendo su primera prueba exitosa en 2006. Además, durante su reinado se trataron de llevar a cabo los primeros intentos de distensión con Corea del Sur mediante la política del sol y acercamientos con Estados Unidos durante los últimos meses del presidente Clintos.
LA ERA DE KIM JONG-UN
Al fallecer su padre en diciembre de 2011, Kim Jong-un se convirtió inmediatamente en el líder supremo de Corea del Norte y máximo dirigente del Partido del Trabajo de Corea tras haber sido nombrado sucesor en 2009, luego de la caída en desgracia de sus dos hermanos mayores, Kim Jong-nam (por viajar en secreto a Disneyland Tokio en 2001) y Kim Jong-chul (cuyo padre lo consideró bastante ‘‘afeminado’’ para gobernar).
Kim Jong-un en contraste con su abuelo y padre, recibió una fuerte educación en Occidente al estudiar en Suiza. De hecho muchas de las obras inauguradas por él, tienen inspiración occidental, como pueden ser parques de agua, parque temáticos, karaokes, etc. En sus primeros días en el poder, Kim Jong-un decidió continuar los principios de la ideología Juche y continuar con la doctrina Songun dado que el ejército es el garante de la supervivencia del régimen. Pero su mandato ha tenido varios giros dramáticos a lo largo de su década en el poder.
PRIMEROS AÑOS EN EL PODER
Como en todos los regímenes totalitarios, el dictador necesita reforzar y asegurar su poder, Kim Jong-un lo hizo purgando a sus rivales políticos o posibles amenazas hacia el régimen que quería desarrollar. Entre las ejecuciones más destacadas estaban las de su tío y antiguo ministro de defensa Jang Song-thaek (2013) (quien tenía fuertes lazos con China) y su hermano Kim Jong-nam (2017), quien era partidario de adoptar reformas económicas similares a las de Deng Xiaoping a finales de los años setenta.
La realización de estas ejecuciones nos confirmó en su día que Kim Jong-un no realizaría ningún proceso de apertura y que mantendría el status quo tal como estaba. Es decir, mantendría su dinastía junto con sus respectivas políticas tal y como su padre había hecho. Sin embargo, con el paso de los años, Jong-un cambiaría su postura respecto a la economía de acuerdo a la sucesión de nuevos hechos.
LA DIPLOMACIA ATÓMICA
Uno de los aspectos más relevantes de la era Kim Jong-Un es la transformación de Corea del Norte en potencia nuclear. Debido a este desarrollo se desencadenó una fuerte escalada de tensiones entre Corea del Norte y la comunidad internacional, incluso con sus aliados China y Rusia. Esta transformación terminó en fuertes sanciones económicas por parte del Consejo de Seguridad de la ONU hacia el régimen.
Pero esas sanciones no han detenido el programa nuclear norcoreano, sino lo contrario. Durante sus diez años de reinado, Kim Jong-un consiguió avances significativos con relación a este tema cómo desarrollar sus primeros misiles intercontinentales (ICBM) en 2017 y la detonación de sus primeras bombas termonucleares en ese mismo año. La proliferación nuclear de Corea del Norte llegó al punto de considerarse como una amenaza mundial a la paz y seguridad, debido al alcance de esas ojivas y al gran progreso en la materia que había hecho el país.
Incluso se llegó a un punto de inflexión en 2017 cuando el entonces presidente norteamericano Donald Trump amenazó con destruir Corea del Norte con »fuego y furia». Sin embargo, luego de intensos contactos por parte del gobierno surcoreano de Moon Jae-In, al igual que la mediación de China, las tensiones entre los dos países bajaron significativamente, hasta el punto en que Trump se convirtió en el primer jefe de estado estadounidense en ejercicio en reunirse con el líder de la única dinastía comunista y pisar suelo norcoreano.
La Cumbre en Singapur en 2018 terminó con una fuerte sintonía entre los dos mandatarios, dando lugar a que por primera vez se acordase la desnuclearización de la Península Coreana. Sin embargo, no se llegó a un acuerdo definitivo tras las fallidas Cumbres en Hanói (2019) y Panmunjom (2019), debido a que las exigencias norcoreanas contrastaban radicalmente con las de Washington.
Tras el fracaso de estas cumbres, Corea del Norte intensificó sus ensayos balísticos en 2021. Además, en 2019, el Norte consiguió reforzar su red de alianzas, especialmente con China y Rusia, al efectuar visitas oficiales a los dos países. Con ello consiguió el alineamiento de ambas naciones con Pyongyang y se fortaleció la relación debido a nuevas declaraciones de ambos países en el Consejo de Seguridad de la ONU, pidiendo la reducción de sanciones para Corea del Norte. Con esto se confirmó que las armas nucleares norcoreanas son un buen instrumento de disuasión a la hora de entablar negociaciones.
ESTABLECIMIENTO DE BYUNGJIN Y ABANDONO DE SONGUN
Con el éxito del programa nuclear norcoreano, el gobierno puede enfocarse en su máxima prioridad que es la modernización de la economía, la cual lleva atrasada desde el final de la Guerra Fría. El nuevo modelo tiene como finalidad garantizar la salvaguarda de la dictadura, mediante un desarrollo paralelo (Byungjin) de la economía y del arsenal nuclear del Norte. Un programa que lleva aplicando Kim desde 2013.
Este planteamiento permite al Norte reducir su dependencia del ejército, lo que supondría un abandono paulatino de la idea Songun y un mayor enfoque en el desarrollo económico, dado que el régimen comunista contaría con la protección del paraguas nuclear. La prueba más evidente de este abandono fue la disolución de la Comisión Nacional de Defensa en 2016, la cual fue reemplazada por la Comisión de Asuntos Estatales (presidida por Kim Jong-un). Este organismo es la institución más importante del país.
También otra prueba de esta supuesta transformación económica es la apertura de pequeños negocios, concesiones agrarias a los campesinos o la construcción de complejos turísticos entre otras. A raíz de ello más de 400 directivos de empresas de diferentes países, principalmente de China y Rusia aunque también compañías surcoreanas, han manifestado su disposición de invertir grandes sumas de dinero en Corea del Norte. De hecho, Samsung creó una división para investigar como hacer inversiones directas al norte del Paralelo 38. Como resultado de esta transformación económica, hubo una mejora moderada de la economía norcoreana entre 2018 y 2019.
EL FUTURO DE LA DINASTÍA
Desde 2020 la incertidumbre reina en Pyongyang debido a que el cierre de fronteras internas y externas por la COVID-19 agravó más la situación económica del país, llegando incluso al desabastecimiento. De hecho, el propio Kim Jong Un confirmó que el país atravesará una fuerte recesión, similar a la hambruna de la década de los noventa. También se desconocen los efectos del coronavirus en el país, pues aunque oficialmente no hubo ningún contagio se desconoce la veracidad de esos datos. Es más, corren rumores de que los casos positivos son ejecutados por las autoridades norcoreanas para prevenir la propagación del virus.
También hay incertidumbre respecto a su política exterior. En octubre Moon Jae-In, presidente de Corea del Sur, reiteró nuevamente la necesidad de alcanzar un acuerdo de paz (ambos países siguen en estado de guerra desde 1950) con el Norte. A raíz de estas declaraciones los contactos entre las Coreas se reanudaron, sin embargo, en marzo de 2022 habrá elecciones en Seúl y los sondeos indican que podrían ganar los conservadores, quienes son reacios a dialogar con Pyongyang. Recientemente, ambos gobiernos han acordado ‘en principio’ iniciar negociaciones de paz.
Además, la reanudación del dialogo con EEUU también será difícil ya que la Administración Biden comparte el mismo argumento que sus antecesores, que es la completa desnuclearización de la península. Sin embargo, el gobierno americano reintroducirá algunos aspectos como el compromiso diplomático de Trump, al nombrar un representante para Corea del Norte. También intentarán restablecer algunos aspectos de la ‘’paciencia estratégica’’ de Obama, para ejercer una mayor presión sobre Pyongyang. Además, la nación norteamericana puso nuevas sanciones sobre el régimen comunista.
Finalmente otro aspecto relevante es saber el futuro del propio Kim Jong-un, quien estuvo ausente por un mes al principio de 2020 supuestamente por un fallo cardiaco, lo que pudo ser el detonante de su repentina pérdida de peso.
COREA DEL NORTE SIN KIM JONG-UN
Durante el mes de abril de 2020, los norcoreanos y muchos lideres mundiales estaban preocupados por el estado de salud del líder supremo, la mayor preocupación venía de la incertidumbre sobre lo que pasará con Corea del Norte si muere repentinamente Kim Jong-un. Según la constitución norcoreana, el liderazgo del país tiene que pasar directamente a un descendiente de la familia Kim. Los hijos de Jong-un siguen siendo pequeños, por lo que se pueden proyectar diferentes escenarios:
1. Kim Yo-jong, la primera dictadora del mundo: Dado que los hijos de Jong Un son muy pequeños, el sucesor inmediato podría ser la propia hermana del lider norcoreano, Kim Yo-jong. Ella desempeñó un rol muy importante en el recien restaurado dialogo intercoreano, también fue la jefa de la delegación norcoreana para las cumbres con Corea del Sur y Estados Unidos. En septiembre de 2021, fue nombrada miembro del Comité de Asuntos Estatales, de hecho, varias fuentes de inteligencia surcoreanas aseguran que Yo-jong es de facto ‘’la segunda persona más importante del Norte’’.
Pero a pesar de ser un miembro importante de la familia, aún hay muchos elementos de la sociedad norcoreana que son patriarcales, por lo que, incluso siendo una Kim, tendría muchos obstáculos para hacerse con el poder. Del mismo modo, carece de formación militar, en contraste con su hermano, padre y abuelo, lo cual podría suponer un impedimento a ojos de las élites norcoreanas.

2.Otros Kim: Otra posibilidad que podría garantizar la continuidad de la dinastía, es que Kim Jong-un nombre sucesor a su tio Kim Pyong-Il, debido a que tenía lazos estrechos con su padre. Sin embargo, Pyong-Il es diplomático norcoreano y lleva residiendo en el extranjero por más de cuarenta años. Curiosamente él regreso a Pyongyang en 2020 así que no sería descabellado pensar que se convierta en el próximo líder supremo. Tampoco se descarta que el segundo hijo de Kim Jong-Il, Kim Jong-chul asuma el poder, aunque este escenario se contenmpla poco probable.
3.Una Junta militar: Como bien se menciona en la política Songun, los militares son la garantía de supervivencia del régimen, así que no se descarta que los miembros del alto mando del Ejercito Popular de Corea tomen el poder en caso de la muerte de su líder. El máximo aspirante a líder en el seno de las fuerzas armadas es Choe Ryong-hae, vicepresidente de la Comisión de Asuntos Estatales, presidente de la Asamblea Suprema del Pueblo (La Jefatura del Estado) y uno de los militares con más alto rango en el ejercito. Otro dato curioso de este militar es que tiene un hijo llamado Choe Sung, quien curiosamente está casado con Kim Yo-jong, por lo que el ascenso de este hombre al poder podría significar en cierto sentido la continuidad de la Dinastía Kim.
4.El Colapso del Régimen: Quizá sea el escenario menos probable ya que al fin y al cabo, el sistema norcoreano se sustenta en el culto a la personalidad de los Kim. Sin embargo un eventual colapso de toda la estructura de mando del país llevaría a Corea del Norte a una posible guerra civil al estilo de otros países como Libia o Mali, lo que obligaría a los países de la zona a intervenir rápidamente.
En caso de que caiga el régimen surgen diversos interrogantes. Por un lado, ¿qué ocurriría con las armas nucleares? Estados Unidos y Corea del Sur tienen un plan de contingencia, el OPLAN 5029 que consiste en una rápida intervención militar para inutilizar todas las armas de destrucción masiva norcoreanas, y así evitar que caigan en manos enemigas. Por otro lado se cuestiona la posibilidad de la reunificación.
Primero hay que ver como reaccionaría Corea del Sur ante ese escenario y qué papel adoptaría China. Considerando que a Pekín no le gustaría para nada la idea de hacer frontera con un aliado sólido de EEUU como es el Sur, hará lo posible para mantener intacto ‘’su estado tapón’’, incluso mediante una intervención militar. Es por ello, que el OPLAN 5029 no hace ninguna mención a una reunificación de la península coreana.
NOTA: Los planteamientos e ideas contenidas en los artículos de análisis y opinión son responsabilidad exclusiva, en cada caso, del analista, sin que necesariamente representen las ideas de GEOPOL 21.
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