Durante los últimos diez años, los Estados Unidos han concentrado su política exterior en la región del Indo-Pacífico para tener una mayor influencia y salvaguardar sus intereses en la región, frente a una incipiente República Popular de China. Unos intereses que se vieron resguardados tras el acuerdo alcanzado entre la Administración Biden y los gobiernos de Gran Bretaña y Australia, en el que este último podía adquirir submarinos nucleares. Un trato que disgustó tanto a adversarios como aliados de EEUU, en especial a Francia.
‘‘Sin el Partido Comunista no habría una nueva China’’, ese era el título de uno de los cantos patrióticos del Partido Comunista Chino (PCCh). Durante años, China ha sufrido muchas transformaciones que la llevaron a una época diferente a los tiempos de su fundación. Pasando de ser un país atrasado, rural y sometido por varios países, a ser una nación que aspira a ser la primera potencia mundial. Analizamos la evolución del PCCh.
El pasado 1 de febrero de 2021, la Primera Ministra de Myanmar fue derrocada por un golpe de estado militar. El Comandante de los Servicios de Defensa, el General Min Aung Hlaing tomó el poder y estableció una Junta Militar. Hasta la fecha, este golpe de estado sigue generando una gran controversia.
El presente artículo presenta posibles argumentos que podrían desmentir la versión oficial de la República Popular de China sobre el origen de la COVID-19, al igual que la credibilidad del Gigante Asíatico. También se enfoca en la investigación que está realizando Estados Unidos, con el fin de conseguir una respuesta definitiva a este dilema. te artículo no pretende hacer ninguna teoría conspirativa, toda la información obtenida para su redacción procede de fuentes oficiales.