La ejecución del clérigo chií Nimr Baqr al Nimr el 3 de enero de 2016 fue el gran detonante del comienzo de la “pequeña Guerra Fría” entre Irán y Arabia Saudí, potencias que se disputan la hegemonía regional en Oriente Medio.
El religioso fue asesinado junto a otros 46 hombres acusados de terrorismo, lo que desató la furia de la comunidad chiita de Irak, Líbano, e Irán. Tanto fue así que varios manifestantes atacaron con cócteles molotov la embajada saudí en Teherán. Ese mismo día, Arabia Saudí anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Irán. Comenzó así un conflicto que dura
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