La sorprendente victoria del candidato libertario, Javier Milei, ha sacudido el panorama político argentino. Con la economía y la inseguridad en el centro del debate, el peronismo se ha visto perjudicado en una elección en la que los tres candidatos han obtenido cerca del 30%. Los próximos 60 días serán cruciales para determinar el próximo presidente de Argentina.
Las elecciones PASO han sacudido el panorama político argentino, nadie esperaba que el candidato libertario Javier Milei se impusiera frente a los dos bloques tradicionales. Las primarias abiertas donde todos los argentinos debían elegir a los candidatos a Presidente de la Nación de cada espacio político han sido un duro revés para el peronismo, en el poder desde 2019.
El ministro de economía, Sergio Massa se ha visto relegado a un tercer lugar con el 27% de los votos en unas primarias que son el termómetro de las presidenciales que se celebrarán a finales de año. La oposición de Juntos por el Cambio nominó a Patricia Bullrich, exministra de seguridad de Macri, que festejó su segundo lugar ante la sorprendente victoria de Javier Milei que tiene serias posibilidades de pasar a la segunda vuelta. Estos comicios han reflejado la clara insatisfacción de la sociedad argentina con la política tradicional.
LA ECONOMÍA
Previo a las elecciones primarias, Argentina se encuentra en una situación sumamente difícil, la más complicada desde la traumática crisis del 2001. La inflación se sitúa en un preocupante 115%, mientras que en el último año, la devaluación del peso ha acentuado. El banco central y el ministerio de economía buscan mantener la calma y prevenir un aumento mayor del dólar en una economía con 17 tipos de cambio, incluido el famoso «dólar Coldplay«. Las restricciones cambiarias y al comercio exterior ahogan a las empresas, que ven cómo se reducen sus ingresos. Aunque hubo un crecimiento del 5.2% en 2022, la actividad económica se desaceleró en el último trimestre debido a las limitaciones monetarias y comerciales. La sequía afecta las exportaciones agrícolas y las reservas del banco central disminuyen, con una caída del 40% respecto al 2022. Además, las reservas netas son negativas en $5000 millones. Por si aún fuera poco, el país debe hacer frente a los pagos de su deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Los préstamos contraídos durante el gobierno de Mauricio Macri deben ser pagados con unos dólares de los que el Banco Central (BCRA) carece.
Con unos gobernantes acostumbrados a gastar por encima de sus posibilidades y a financiar cualquier déficit con emisión monetaria, inflación y devaluación son dos caras de la misma moneda. Creando un contexto en el que la pobreza no cesa de aumentar con un 39,2% de los argentinos pobres en 2022, de los cuales el 8,1% ni siquiera alcanza a cubrir sus necesidades básicas. Argentina se resigna a ver cómo ha perdido una década tras el fracaso del gobierno de Macri y la actual situación del gobierno de Alberto Fernández. Massa es el tercer ministro de economía en cuatro años. El primero, Martín Guzmán sucumbió a las presiones del ala kirchnerista y terminó dimitiendo. El presidente Fernández lleva meses ausente, se le ha visto pocas veces en campaña. Vaciado de poder por su vicepresidenta Cristina Kirchner.
INSEGURIDAD
En la última semana el cierre de la campaña se vio empañado por el trágico asesinato de una niña de 11 años en las afueras de Buenos Aires. La preocupante inseguridad se ha convertido en un serio problema en algunas áreas, como La Matanza, afectando severamente a la actual administración. El gobierno ha tenido dificultades para controlar las protestas y el aumento de la violencia, a diferencia de Javier Milei, quien se ha beneficiado al prometer una política firme y de tolerancia cero frente al crimen.
Estos elementos contribuyen a la frustración de la sociedad, que cae en desesperanza. Según un estudio de la Universidad de Buenos Aires, el 70% de los jóvenes argentinos se marcharían del país si tuvieran la oportunidad. La mayoría atribuye su exasperación a una decadencia irreversible. Ante esta situación y la falta de respuestas de la política convencional, surgen figuras como Javier Milei. Gracias a sus apariciones en televisión, se ha convertido en un fenómeno popular, representando el descontento en un país que lleva sufriendo el fenómeno de la inflación durante décadas.
LOS CANDIDATOS
Después de 4 años en el gobierno, el peronismo, un movimiento político con un fuerte enfoque en el nacionalismo y la justicia social, obtuvo el tercer lugar en las elecciones con el 27,7% de los votos. Una posición especialmente humillante para Sergio Massa que tal y como se esperaba será el candidato de Unión por la Patria en las elecciones presidenciales. A pesar de su buena relación con el FMI, la caótica situación económica y su condición de ministro en un gobierno impopular le han castigado duramente. Sellando a la vez el fracaso de un proyecto kirchnerista del que muchas veces desconfió.
Unión por la Patria es una coalición que engloba a peronistas y kirchneristas. Estos últimos tienen como figura prominente a la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner que se caracteriza por la estatización de empresas, la oposición a los ajustes fiscales y la alineación con líderes latinoamericanos como Hugo Chávez o Lula da Silva. La también presidenta en el período 2007-2015 conserva un poder mayúsculo del que ha hecho gala en los últimos años, manejando a su antojo el devenir del gobierno de Alberto Fernández. Cristina Fernández de Kirchner y el movimiento que abandera llevan 20 años dominando el marco político argentino. Una hegemonía que parece llegar a su fin. Pues el espacio kirchnerista no ha conseguido ninguno de sus objetivos. Massa no fue el candidato individual más votado y Unión por la Patria no alcanzó el 30% de los sufragios. El oficialismo se ha visto superado por la coalición opositora y por Javier Milei, augurando unas presidenciales muy complicadas para el espacio político que representan.
En la oposición se encuentra la coalición Juntos por el Cambio (JxC) que llevó a la victoria de Mauricio Macri en 2015 bajo la marca “Cambiemos”. Este espacio político de centro-derecha pretende acabar con 20 años de hegemonía del kirchnerismo y para ello se vale de dos de sus figuras más prominentes, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. La exministra de seguridad de Macri, derrotó al Alcalde de la ciudad de Buenos Aires, que representaba el ala más pragmática y dialoguista con el kirchnerismo. Patricia Bullrich, que alcanzó el 16.98% de los votos individualmente será la candidata de JxC que cosechó el 28.27% de los sufragios. Es partidaria de un cambio de paradigma tanto en la economía como en la seguridad. Su valentía y su experiencia como ex ministra de seguridad le ha valido la admiración de muchos. En lo económico, ve fundamental acabar con el déficit fiscal financiado por el Banco central, para ello no descarta un nuevo préstamo con el FMI, sin embargo, descarta dolarizar.
Pero sin duda, la estrella de estos comicios ha sido Javier Milei de La Liberta Avanza que destaca por su discurso antipolítica y “anticasta”. Su principal aclamo es el fin de la inflación, proponiendo la eliminación del banco central y la dolarización “de facto”. Acompañada de una reducción del déficit y del gasto público para atajar una rebaja fiscal sin precedentes, mientras flexibiliza el mercado laboral. Los últimos sondeos le otorgaban una intención de voto de alrededor del 20%. Sin embargo, ha obtenido individualmente el 30,04% de los sufragios y se posiciona como favorito ante la primera vuelta, el 22 de Octubre. Milei encarna el descontento de los argentinos con la política tradicional.
CONCLUSIONES
La victoria de un candidato autodefinido como anarcocapitalista ha dejado a muchos en shock. El triunfo de Javier Milei habla sobre todo del enfado de muchos argentinos con un sistema incapaz de solucionar los problemas económicos. El candidato de la La Libertad Avanza logró un resultado que ni él mismo esperaba, posicionándole más cerca de la presidencia. Mientras tanto, el fracaso del gobierno de Macri todavía pesa a Juntos por el Cambio que durante los últimos cuatro años ha tratado de buscar nuevas fórmulas que permitan derrotar a un kirchnenirsmo falto de propuestas. Patricia Bullrich disfrutó de una victoria amarga, tras una campaña en la que se vió desgastada en su enfrentamiento con Larreta. Si quiere tener alguna oportunidad de convertirse en la próxima presidenta de la Nación debe lanzarase a recuperar el voto absorbido por el candidato libertario.
El gran perdedor de la jornada fue sin duda Sergio Massa que parte muy debilitado a la primera vuelta. El efecto de estas primarias sobre los mercados puede terminar de hundirle en su posición como ministro de economía. Su cargo le ha perjudicado gravemente a pesar de que el peronismo sigue contando con importantes feudos en la provincia de Buenos Aires. Su trabajo ahora será tratar de distanciarse de una gestión que también es suya. Sin ninguna duda tratará de apelar al voto útil y agitar el miedo frente a un eventual gobierno de Milei o Bullrich de los que dice “son lo mismo”. Para el kirchnerismo será especialmente díficil articular un discurso que le lleve a la segunda vuelta mientras Cristina Fernández de Kirchner contempla ausente la derrota de su opción en su provincia natal de Santa Cruz, bastión del peronismo desde hace 32 años ¿Se quedará callada?
A pesar de su triunfo, Javier Milei debe ser capaz de mantener las expectativas hasta la primera vuelta con dos candidatos que no dudarán en apelar a sus excentricidades y polémicas para arrebatarle votos. El economista de 52 años celebró eufórico la victoria mientras manifestaba «Estamos en condiciones de ganarle a la casta en primera vuelta», acompañado de su ya típico “¡Viva la libertad carajo!”. Si quiere mantenerse en esa posición debe continuar capitalizando el descontento y no caer polémicas. Al contrario de lo que pudiera parecer, nada está decidido todavía. Entre Milei y Massa apenas hay 3 puntos de diferencia. Los próximos 60 días son decisivos para tres candidatos que parten prácticamente igualados. En estos dos meses será vital el devenir de la economía, si la cotización del dólar se dispara como algunos prevén, podría desencadenar una crisis financiera con el consecuente estallido de la inflación.
Las consecuencias son imprevisibles, pero un mayor deterioro de la economía podría catapultar a Javier Milei a la Presidencia de la Nación y dejar sin opciones a Massa. De lo contrario, enfrentarán una dura batalla por delante. En cualquier caso, tanto Milei como Bullrich enfrentarán desafíos significativos al gobernar en un país donde los sindicatos y las organizaciones sociales tienen un poder tan inmenso que dificultaría las ambiciosas reformas que ambos plantean. A estas alturas hay una pregunta en el aire ¿Estamos ante el fin del kirchnerismo?
NOTA: Los planteamientos e ideas contenidas en los artículos de análisis y opinión son responsabilidad exclusiva, en cada caso, del analista, sin que necesariamente representen las ideas de GEOPOL 21.
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