IMPLICACIONES ENERGÉTICAS PARA EL FUTURO DE TURQUÍA
Con una población de 80 millones de personas y una economía emergente en rápido crecimiento, Turquía ha sido uno de los consumidores de energía de más rápido crecimiento en el mundo. Los combustibles fósiles son los principales recursos energéticos para Turquía y el gas natural se ha convertido en el elemento más importante en la combinación energética de Turquía desde los años noventa. Sin embargo, el país no tiene suficientes reservas de recursos de combustibles fósiles nacionales para satisfacer su demanda y, por lo tanto, importa alrededor del 75% de sus necesidades totales de energía, incluida casi la totalidad de su petróleo y gas. Las políticas y estrategias energéticas de Turquía están moldeadas por dos preocupaciones que detallamos a continuación:
1- En primer lugar, Turquía busca garantizar la seguridad del suministro manteniendo una disponibilidad de recursos adecuados para el consumo, así como garantizar la diversificación de su combinación energética y su cartera de proveedores y las rutas de suministro, particularmente en las importaciones de gas natural.
2- En segundo lugar, Turquía también desea generar influencia geopolítica y geoeconómica en sus relaciones internacionales a través del alojamiento de tantos proyectos de infraestructura energética en su territorio como sea posible, incluidos los gasoductos. Con todo, Turquía no quiere seguir siendo vulnerable con respecto a la seguridad del suministro de gas para su mercado interno. A pesar de que la producción local es muy limitada, solo el 0.8% de la demanda total, el hecho de que el país esté rodeado por el 63% de las reservas mundiales de gas obliga a Turquía a desempeñar un papel cada vez más «proactivo» en los mercados de energía y términos económicos.
Más allá de proporcionar un telón de fondo geopolítico a las relaciones energéticas extranjeras de Turquía, aquí se hace una evaluación económica del proyecto de gasoducto más reciente, nominado TurkStream.
TurkStream pretende recorrer alrededor de 900 km a través del Mar Negro desde el puerto ruso de Anapahasta Kıyıköy, en la histórica Tracia turca. El proyecto desarrollado por South Stream Transport BV, una filial de Gazpromregistrada en los Países Bajos, el oleoducto estará compuesto por dos cadenas paralelas y transportará un total de 31.5 bcm por año. De esta capacidad, una parte se distribuirá al mercado turco.
Entre los factores económicos del proyecto, conviene destacar:
El primero, el papel que TurkStream debe desempeñar en la seguridad del suministro de gas de Turquía teniendo en las cantidades de suministro garantizadas aproximadas en un horizonte temporal que se extiende hasta 2035. Estos datos se deben complementar con una estimación de la demanda interna de gas natural. Una plataforma de modelado de energía ascendente desarrollada por la Universidad Bogazici ha sido calibrada para este fin. El resultado del análisis de la oferta y la demanda se ha utilizado para evaluar las posibles contribuciones de TurkStream a la seguridad del suministro energético de Turquía.
La combinación de las curvas de oferta y demanda demuestra que, con la excepción del escenario de «sobreoferta de gas», que se basa en un conjunto de suposiciones políticas y económicas optimistas, Turquía necesitará fuentes adicionales de suministro de gas natural después de 2020 que exceda la capacidad de suministro de TurkStream. Turquía puede incluso querer aumentar sus compromisos de compra de TurkStream en los años posteriores a 2025.
CONCLUSIONES
Para Ankara, el Turk Stream es sobre todo un método de asegurar los suministros de gas natural para su economía y anular los riesgos políticos del posible rechazo de Rusia a utilizar los gasoductos ucranianos para exportar su combustible azul.
En este sentido, el proyecto tiene un gran significado como garante de la seguridad energética de Turquía. Por otro lado, si el segundo tramo del gasoducto que se despliega ya en Europa no choca con la legislación de la Unión Europea, Ankara podría realizar su sueño de ser un centro de distribución de la energía que necesita el corazón del continente.

Relación de los suministradores de gas natural a Turquía.
Finalmente, además de las contribuciones que TurkStream proporcionará a la seguridad del suministro de energía de Turquía, debe subrayarse que el proyecto también generará otros beneficios económicos, durante su fase de construcción y operación, para la economía turca. Impactos económico directos que cubren el empleo, los ingresos y el PIB asociados con la construcción del gasoducto. El Impacto Económico Indirecto incluye el empleo, los ingresos y el PIB generados por las industrias de transformación que suministran y respaldan las actividades de construcción. Finalmente, el Impacto Económico Inducido captura la actividad económica generada por los empleados de las empresas conectadas directa o indirectamente con el trabajo de construcción que gasta sus ingresos en la economía nacional.
Los cálculos mostraron que este proyecto llevaría a la creación de un empleo adicional de 4000 vinculados a trabajos asociados con la actividad de la construcción. Los ingresos de los hogares aumentarían en $ 21 millones y los ingresos nacionales en $ 155 millones. Cálculos para el impacto indirecto de este proyecto mostraron un aumento de empleo de 8000, y un aumento en los ingresos domésticos y nacionales, respectivamente, del orden de $ 67 millones y $ 312 millones. Para el impacto inducido, el número de empleos adicionales se situó en 1494, el ingreso familiar adicional en $ 12,5 millones y el valor agregado adicional en $ 79 millones. Se demostró que esta tarea generará en total cerca de 13.500 directos, indirectos e inducidos empleos, alrededor de $ 100 millones de ingreso familiar adicional y una contribución al PIB de Turquía de alrededor de $ 546 millones.
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