COREA DEL NORTE: UNA APROXIMACIÓN HISTÓRICA Y POLÍTICA

por | Oct 4, 2023

El pasado 27 de julio tuvo lugar uno de los ostentosos desfiles militares propios de Kim Jong Un, que tenía como excusa el 70 aniversario del armisticio de la guerra de Corea. Pero, ¿existe alguna explicación racional para estas muestras de poder o es simplemente un ataque de extravagancia norcoreana? LA HISTORIA DE UN PUEBLO […]

El pasado 27 de julio tuvo lugar uno de los ostentosos desfiles militares propios de Kim Jong Un, que tenía como excusa el 70 aniversario del armisticio de la guerra de Corea. Pero, ¿existe alguna explicación racional para estas muestras de poder o es simplemente un ataque de extravagancia norcoreana?


LA HISTORIA DE UN PUEBLO SUBYUGADO

Los desfiles militares, las muestras de poder militar y las procesiones de masas orando a Kim Jong Un en Corea del Norte son conocidas por todos, pero son pocos los que buscan dar una explicación racional a estos comportamientos más allá de tachar a su líder de un simple loco. Por ese motivo, este artículo tiene como objetivo analizar la historia para encontrar tan deseada respuesta.

La primera parada de esta historia es el reino Shilla (660-670 d.c), quien logró unificar los pueblos y reinos que habitaban la península desde tiempos paleolíticos. Bajo esta unificación se gestaron factores tan vitales como la cultura y biología común en todo el territorio, aunque cabe resaltar que eso no fue sinónimo de homogeneidad étnica. Asimismo, esta unificación se logró gracias al apoyo de la dinastía china Tang, que serviría como precedente a toda la influencia externa que el pueblo coreano sufriría a lo largo de toda su historia.

Ilustración que refleja la contundente y arrolladora ocupación japonesa al pueblo coreano. Fuente: Historia Hoy

Al reino Shilla le siguieron el reino Koryo (890-930), del que deriva la palabra Corea y que, posteriormente, fueron invadidos por los mongoles (1250-1350); y la dinastía Joseon (1392-1897), quienes asentaron las bases institucionales y políticas imitando el confucionismo chino. Desafortunadamente, estos ideales se tradujeron en una inoperancia política y desigualdad

A medida que estos valores fueron calando en la sociedad coreana, la inoperancia y negligencia política de los gobernantes se fue agravando. Esta vulnerabilidad fue aprovechada por el Japón Imperial que, impulsado por el imperialismo de la época, invadió y anexó la península a su Imperio. Dicha invasión tuvo consecuencias traumáticas para el pueblo coreano, quienes sufrieron políticas coloniales de shock, tales como masacres represivas, la prohibición de su idioma, y hasta cambiar sus nombres a la versión japonesa. Todo esto fue llevado a cabo con el objetivo de absorber al pueblo coreano, convirtiéndolo en japonés, a la vez que lo borraban del mapa histórico.

 

LA GUERRA FRÍA TOMA FORMA EN COREA 

Tras la Segunda Guerra Mundial y la consecuente derrota del Imperio japonés, Corea quedó sumida en una profunda crisis política, social y económica. Esto fue aprovechado por las potencias emergentes: Estados Unidos y la Unión Soviética, quienes separarían la península por el paralelo 38° sin tener en cuenta la opinión coreana. Posteriormente, en el año 1948, se formarían la República de Corea del Sur, bajo influencia estadounidense; y la República Democrática de Corea del Norte, bajo influencia soviética.

Por otro lado, los dos países tenían posiciones opuestas en ciertos aspectos clave. El gobierno de Synmang Rhee en el sur mantuvo vínculos con el pasado colonial y dependió de colaboradores antiguos hasta en los altos puestos de su ejército, y protegió a los antiguos y nuevos terratenientes. En contraste, Kim Il Sung en el norte rompió con el pasado colonial promoviendo reformas agrarias y nombrando comandantes a ex-combatientes contra los japoneses. Esto se tradujo en un mayor apoyo y movilización social a favor del norte que se veía como gobernante legítimo de Corea.

Mapa sobre las fases de la guerra de Corea donde se puede apreciar el desarrollo de la misma. (La tercera)

Con estos condicionantes, se llegó a la guerra de Corea (1950-1953). Esta se cobraría la vida de entre 4 y 6 millones de civiles y militares, y terminaría en empate técnico. Primero, los norcoreanos consiguieron arrinconar a los sureños. Más tarde, estos lograrían remontar la guerra gracias al apoyo de EEUU y la ONU llegando a la frontera con China, cuya ayuda fue clave para que los norteños recuperasen su territorio hasta el paralelo 38º, estado en el que se mantuvo la guerra hasta el año 1953, cuando se pondría fin a la misma.

En definitiva, fue un conflicto enmarcado en la Guerra Fría que tenía por objetivo unificar una Corea dividida, ya sea en un estado comunista, como así lo deseaban China y la URSS, o en un estado capitalista, como anhelaba Estados Unidos. Por tanto, el armisticio era un sinónimo de un voto de legitimidad para declararse representantes de una Corea unida, suceso que no se logró.

 

EL NACIMIENTO DE COREA DEL NORTE

Desde sus inicios la República Democrática de Corea (Corea del Norte), régimen dictatorial comunista, construyó un discurso político en el que se mostraban como la única Corea genuina y capaz de protegerla de la vulnerabilidad sufrida por el constante acecho de las potencias extranjeras, gracias a su líder Kim Il Sung.

La ideología que se estableció recibió el nombre de Juche, entendida como la autosuficiencia e independencia política, económica, defensiva e ideológica, que busca reflejar el anhelo del pueblo coreano de dignidad y autonomía tras un pasado tan marcado por la injerencia extranjera.

Esta autonomía no era exclusiva para los estados de Occidente, sino que también se distanciaba de los regímenes comunistas de la URSS y China ya que, siguiendo el Juche, cada país debe lograr un estado socialista autónomo con sus propios medios, con el fin de eliminar las bases del imperialismo que tanto daño ha causado. Prueba de ello es que el país, salvo una excepción, no ha recibido nunca ayuda económica en su formación de capital, al igual que se negó a participar en la Comecon, organización económica y política formada por los países del bloque comunista.

Estatuas en la colina Mansu de Kim-il Sung y Kim-Jong Il que representan como el padre muestra a su hijo el legado que va a heredar. Fuente: USA Today

Esta ideología era transmitida a través de la propaganda que, imitando el dinamismo y el rojo característico de otros estados comunistas, creó la figura de un enemigo común en Estados Unidos, a la vez que realzaban la figura del pueblo coreano. Con ello, potenciaron el culto al líder, quien era visto como el único ser capaz de salvar al pueblo frente a la influencia extranjera. Por otro lado, siguiendo los preceptos económicos del Juche, Corea del Norte logró un alto, al igual que único e independiente, desarrollo económico a través de la movilización de recursos nacionales.

Con la muerte de Kim Il Sung, fue su hijo Kim Jong Il quien le sucedió debido no solo a su relación padre-hijo, sino también a sus logros cosechados en la política, al igual que a los sucesos acontecidos en la URSS tras la muerte de Stalin y en China con la purga de Bin Lao. De esta manera, se aseguraron mantener el legado del Juche, y asentaron la cuestión hereditaria que perdura a día de hoy con Kim Jong Un. Por tanto, fue siguiendo los ideales de autonomía y preservación de la soberanía nacional que vieron el armamento nuclear como la única alternativa al mundo unipolar que Estados Unidos, de la mano de la presidencia de George W. Bush (2001-2009) empezaban a dirigir.

CONCLUSIÓN

Resulta evidente que no se debe dejar de lado que toda esta política se sustenta en violaciones constantes de los derechos humanos de sus habitantes y la opresión a cualquier tipo de oposición, convirtiéndolo en el país menos libre de todo el mundo. No obstante, y siguiendo con la motivación del artículo, habiendo repasado y analizado la historia del pueblo coreano, se puede concluir que los desfiles militares, como el acontecido el pasado 27 de julio entran en el marco de la estrategia de disuasión norcoreana.

Por ello y, en defensa de los intereses de autonomía nacional, los dirigentes de Corea del Norte, desde Kim Il Sung hasta su nieto Kim Jong Un, han hecho gala de su arsenal nuclear y armamentístico siempre que pueden. En definitiva, para ellos es un recordatorio al mundo de que no están dispuestos a sufrir las devastadoras consecuencias de la injerencia extranjera una vez más.


NOTA: Los planteamientos e ideas contenidas en los artículos de análisis y opinión son responsabilidad exclusiva, en cada caso, del analista, sin que necesariamente representen las ideas de GEOPOL 21.

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