ESCALADA DE TENSIONES EN ASIA CENTRAL Y UN CONFLICTO SIN RESOLVER

por | May 10, 2021

Las recientes tensiones entre Kirguistán y Tayikistán que han derivado en varias decenas de muertos, han puesto de relieve las tensiones enquistadas entre estos dos países, pero sobre todo los intereses y apoyos que tienen cada uno demostrando el juego geopolítico que existe en la región.

Los últimos enfrentamientos en la frontera entre Kirguistán y Tayikistán se saldaron con casi 100 fallecidos, según el balance de las autoridades de ambos países. Entre ambos países se vive una continuada tensión desde la caída de la URSS por cuestiones fronterizas y de control del agua.


EL CONFLICTO

Tras varios meses de tensión en la zona fronteriza, la última escalada de violencia en la zona se desencadenó el pasado 28 de abril tras una reyerta entre un grupo de civiles tayikos y otro de kirguisos. Los tayikos trataban de colocar varias cámaras de vigilancia en un poste eléctrico en una zona cercana a la frontera. Los kirguisos entendieron que se llevó a cabo en territorio kirguís, lo que hizo desencadenar el conflicto. Una simple trifulca condujo posteriormente a un lanzamiento de piedras y objetos que, al día siguiente, se trasladó a manos de militares, con un intercambio de disparos entre los dos bandos. Los dos países, sin embargo, pactaron finalmente un alto el fuego el 30 de abril para lograr el cese de las hostilidades.

Frontera actual entre Tayikistán, Kirguistán y Uzbekistán con sus respectivos enclaves. 

Los gobiernos de los dos países implicados ya han movido ficha. Tayikistán ha destinado a la región de Sughd (provincia tayika afectada que limita con Kirguistán) unos 300.000 dólares para ayudar a las familias de las víctimas. Por su parte, en Kirguistán, el presidente Sadir Japarov ha visitado la región de Batken (la más afectada por el conflicto) para solidarizarse con las víctimas. El líder kirguiso también afirmó que cada familia afectada directamente por el conflicto recibirá una ayuda de 10.000 dólares.

UNA DISPUTA ATRAPADA EN EL TIEMPO

Más de la mitad de la frontera entre Kirguistán y Tayikistán, de 950 kilómetros de extensión, sigue sin delimitarse desde 1991, tras la desintegración de la Unión Soviética. Esto da origen a disputas por el uso del suelo y, sobre todo, por los recursos hídricos.

Además, la frontera a su vez actúa de barrera étnica y cultural, ya que el pueblo kirguís está más vinculado a la identidad túrquica, mientras que Tayikistán es el único país de Asia Central que tiene una identidad vinculada a la cultura persa. Esto dio lugar a numerosos enclaves territoriales cuando se disolvió la URSS. Es decir, un territorio que se encuentra inserto dentro de otro con características diferentes, especialmente de tipo político, administrativo, religioso y étnico, al que también hay que sumar partes de territorio que corresponden a Uzbekistán y que están insertadas en territorio kirguiso.

Hasta la actualidad, el conflicto ha quedado relegado a un segundo plano por ambos países. Una guerra sería devastadora para la región y para los dos países, ya que uno y otro pasan por situaciones económicas y sociales muy complicadas, es por eso que no parece que el conflicto vaya a ir a más.

Kirguistán, pese a ser el país más democrático de Asia Central, atraviesa una situación muy complicada. En los últimos años las revoluciones populares han sido una constante en el país, una inestabilidad político-social que parece haber acabado tras la elección de su nuevo presidente en 2020. Además, el país atraviesa una gran crisis económica y debe más del 25% del PIB a China y tiene una deuda externa con el gigante asiático del 48%. Tayikistán, por su parte, es el país más pobre de la región, controlado por Emamoli Rahmon y su dictadura dinástica, donde la neutralidad es perpetua para no alterar el régimen y dónde el 60% de la población vive bajo el umbral de la pobreza extrema.

Manifestantes kirguisos asaltan el Capitolio en Biskek durante la Revolución Kirguisa (2010). Fuente: New York Times.

LOS INTERESES INTERNACIONALES DEL CONFLICTO

Países como Irán han ofrecido su ayuda para mediar en el conflicto. El portavoz de la Cancillería iraní, Said Hatibzade, confirmó que Teherán está preparado para ayudar en las negociaciones que conciernen a Tayikistán y Kirguistán para así eliminar la tensión en la frontera, afirmando que la experiencia jurídica y técnica iraní es la idónea para llegar a una solución dialogada entre ambas partes.

Aunque, sin duda, el país con más intereses en la zona es China. Hay que recordar que Pekín ha insistido en incluir a Tayikistán en el trazado de su gran estrategia comercial, la Nueva Ruta de la Seda. Este hecho supone una gran inversión en el territorio, por lo que al gobierno chino no le interesa que uno de sus puntos de paso sea en un lugar inestable. Además, otro desequilibrio más en la frontera preocuparía notablemente a China, ya que la cercanía de Tayikistán con países productores de opio como Afganistán, aumentaría el uso del dinero proveniente del tráfico de drogas para financiar a grupos insurgentes y de crimen organizado, y más en una zona tan sensible para el gobierno chino, la zona uigur, lugar de alta tensión étnica en los últimos años.

El presidente chino Xi Jinping junto al presidente tayiko Emomali Rahmon cerrando un acuerdo estratégico. Fuente: Caspian Policy Center.

EL ACUERDO DE PAZ ES INMINENTE

Un par de días después del primer alto al fuego, los dos países pactaron un alto el fuego definitivo para lograr el cese de las hostilidades. Los delegados gubernamentales de Kirguistán y Tayikistán firmaron un pacto por el cual se comprometen a delimitar y demarcar la frontera de una manera favorable para ambos. Es por eso, que los dos estados firmaron una declaración conjunta de demarcación fronteriza en la ciudad kirguisa de Batken.

El próximo encuentro entre las partes negociadoras tendrá lugar en Dusambé, la capital de Tayikistán, donde las autoridades han acordado utilizar documentos que se remontan a las demarcaciones fronterizas de 1924, 1927 y 1990, para llegar a un acuerdo lo más justo posible. Y es que, hay que recordar que la zona donde la frontera no es clara está situada a los pies del Valle de Ferganá, una de las zonas más ricas en recursos del planeta, concretamente en gas, en petróleo, en minas de jade y, sobre todo, en agua. Lo que hace temer el no entendimiento de los países guiados por una falta de desigual distribución de éstos.

Recursos hídricos de la cuenca del mar de Aral donde los grandes ríos que nacen en Kyrguizistán y Tayikistán apenas vierten agua en el seco mar de Aral.

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