El 1 de febrero de 2021 el Ejército de Myanmar anunció que, 10 años después de haber entregado el país a un gobierno civil, había decidido tomar nuevamente las riendas del país. A raíz del golpe, la junta militar decidió encarcelar a importantes figuras políticas como la dirigente política Aung San Suu Kyi, quien es considerada como una figura controvertida en Myanmar, ya que, a pesar de haber sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz, fue duramente criticada por las políticas que llevó a cabo contra la minoría musulmana rohinyá.
A raíz del golpe de Estado estalló una guerra civil en el país, en donde se enfrentan el