Desde finales de la Segunda Guerra Mundial en 1945, Suecia ha llevado una política de no alineación militar ni con la OTAN ni con el Pacto de Varsovia. Ahora, tras el estallido de la Guerra de Ucrania a finales de febrero de 2022, Suecia comenzó el proceso de adhesión a la alianza trasatlántica, pero meses de duras críticas al estado húngaro y una serie de manifestaciones civiles contra el Corán y el islam han puesto en jaque dicho proceso.
HISTORIA DE LA OTAN
Durante los eventos de la Guerra Fría, se enfrentan las dos grandes ideologías del momento: el comunismo, representado por la URSS y los partidarios de la ideología marxista; y el capitalismo, personificado en EE.UU. y sus aliados europeos. Ambos bandos se desafiaron de muy diversas maneras, tanto ideológicamente, como económicamente, diplomáticamente y, por supuesto, militarmente.
Claros eventos de este duelo militar son las Guerras de Corea del Norte (1950-1953) y de Vietnam (1955-1975) o la crisis de misiles de Cuba en 1962.
Otra manifestación son las alianzas militares entre los países afines ideológicamente al lado americano o la órbita soviética. Surge así en 1949 la Organización del Tratado del Atlántico Norte, por sus siglas OTAN, para el primero; y en 1955 el Pacto de Varsovia, tratado homólogo al anterior para el mundo comunista.
La OTAN, como su nombre indica, comienza como una alianza militar en base al Tratado de Washington (1949) entre aquellos estados afines situados en la parte norte del océano Atlántico. Los fundadores de la organización fueron Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y Reino Unido. Posteriormente se fueron incorporando otros estados como Grecia (1952) Turquía (1952), Alemania (1955) o España (1982).
En 1991 el Pacto de Varsovia se disolvería, y muchos de los países que formaban parte del acuerdo acabarían entrando en la que durante años fue su acérrima enemiga, como Polonia o Hungría.
Serán en 1995 y 1999 cuando se acontezca unos momentos históricos con la participación de los aliados de la organización en la crisis que sufrió Bosnia y Herzegovina y Kosovo, respectivamente. En 2003 tomarían el mando de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán. Los eventos más recientes serían el Enhanced Forward Presence, el nuevo concepto estratégico desarrollado en 2022 y la entrada de Finlandia el 4 de abril de 2023.
¿QUÉ ES Y CÓMO FUNCIONA?
Según la propia organización, el objetivo de la OTAN es “garantizar la libertad y la seguridad de sus países miembros por medio políticos y militares”. Estos medios políticos consisten en el fomento de valores democráticos y la resolución pacífica de controversias.
Militarmente, el apoyo es mutuo y de defensa ante una agresión externa a la alianza, según especifica el artículo 5 del tratado fundacional o para la gestión de una crisis. Las tropas, financiación y herramientas necesarias son puestas a disposición de la organización por parte de cada estado miembro según sus capacidades.
Se divide en dos grandes estructuras: la estructura militar con los representantes militares; y la civil con las delegaciones de la OTAN. Los representantes militares tienen el Comité Militar, compuesto por los jefes del Estado Mayor de la Defensa de los países aliados; Mando aliado de operaciones (ACO por sus siglas en inglés), encargada de planificar las operaciones y cuestiones técnicas para entrar en acción; y el Mando aliado de transformación, que tienen a su cargo la función de determinar los escenarios y conflictos futuros en los que la OTAN puede verse implicado.
Por otra parte, están las delegaciones de la OTAN que se componen del Consejo del Atlántico Norte, órgano encargado de la toma de decisiones; Grupo de Planes Nucleares, cuya función en la misma que el órgano anterior pero específicamente para materias nucleares; y, por último, los comités subordinados, encargados del debate y realización de la agenda y de los aspectos técnicos de la organización.
Finalmente, existe la figura del secretario general, actualmente el expresidente noruego Jons Stoltenberg, que vigila y dirige el proceso de consultas y de garantizar que las decisiones sean aplicadas.
SUECIA Y LA OTAN
Hace más de un año que Suecia se encuentra en proceso de ingreso en la OTAN. Igual que Finlandia, ambos países se han alineado con la alianza militar transatlántica tras la guerra de Ucrania rompiendo con una larga tradición de no alineación.
Pese a ello, han cooperado en diversos proyectos con dicho organismo a lo largo de los años, como en el programa Asociación para la paz. Son más de cuarenta países no miembros los que colaboran o han colaborado con la OTAN en el pasado.
Las negociaciones empezaron con la presentación de una carta de intención entregada en la sede de la organización militar. Fue una política iniciada por el gobierno socialdemócrata de Magdalena Andersson en mayo de 2022.
Finlandia hizo oficial su entrada el 4 de abril de 2023, pero Suecia sigue en proceso tras las negativas húngara y turca.
Hungría, país próximo geográficamente a Rusia, mostró dudas y sigue sin haber ratificado el tratado ya que no se mostraba contento con las críticas que hizo el nuevo aspirante sobre su estado de derecho, como señaló. Además, el Reino de Suecia ocupaba hasta el 1 de julio de 2023 la presidencia del Consejo de Europa, lo cual lo posicionaba en un buen lugar para permitir el acceso a Budapest a los 22.000 millones de euros que le congela Bruselas. Pese a ello, ya confirmaron que no serían los últimos en dar el voto afirmativo, por lo que se considera una cuestión técnica.
Son otras las razones que motivan a Ankara. Por una parte, exigen una cooperación más activa en la lucha contra el terrorismo, específicamente contra el grupo terrorista kurdo Partido de Trabajadores de Kurdistán, y la extradición de cierto número de personas buscadas por la justicia turca. Solicitan también el apoyo sueco para una mayor integración con la Unión Europea y, por último, el levantamiento de un embargo de armas que llevó a cabo el reino sueco tras una operación militar turca en el norte de Siria.
El gobierno de Kristersson ya ha procedido a levantar el embargo y recientemente se ha publicado una nueva ley antiterrorista, más dura y exigente que la anterior. Con respecto a la extradición solicitada ya se han sucedido varias reuniones.
Pero en enero de 2023 la negociación se detuvo tras la quema del Corán por parte del político ultraderechista Rasmus Paludan, así como por las manifestaciones anti-turcas y el ahorcamiento de un muñeco similar a Erdogan frente al Ayuntamiento de Estocolmo. Las reiteradas faltas de respeto hacía el Corán de estos últimos meses, tampoco han ayudado a desbloquear la situación.
Ulf Kristersson, primer ministro de la nación escandinava, comentó al respecto que no era un acto idóneo, aunque si lícito bajo sus leyes nacionales de libertad de expresión. “No pienso darles a los provocadores la atención que quieren. Pretenden provocar y ofender a otros. Me centro en que Suecia va a entrar en la OTAN tan rápido como sea posible porque es importante para la seguridad sueca y de nuestra región” añadió a los medios centrándose en el mayor reto en el ámbito de la seguridad nacional que lleva a cabo el actual gobierno del país.
Finalmente, durante la Cumbre de Vilna en Lituania, Turquía desbloqueó la situación y elevará la cuestión al parlamento turco “lo antes posible”. Este paso fue alabado por Jens Stoltenberg y recibido con alegría por el primer ministro sueco y el secretario del departamento de Estado de los EE.UU., Antony Blinken.
Algunos periódicos y expertos señalan que en este paso ha sido de gran ayuda la negociación entre Turquía y EE.UU. de la venta de aviones F-16, que el ejecutivo turco necesita para modernizar su aviación. Joe Biden habló al respecto: “Turquía quiere la modernización de los aviones F-16 y (el primer ministro griego, Kiriakos) Mitsotakis en Grecia también está buscando ayuda. Entonces, francamente, lo que estoy intentando hacer es un pequeño consorcio en el que fortalezcamos la OTAN en términos de capacidad militar tanto para Grecia como para Turquía y permitamos que Suecia pueda integrarse.”
SIGNIFICADO DE SU ADHESIÓN
Su adhesión a la alianza aporta gran cantidad de valor a la OTAN. Su posición geográfica aseguraría un mayor control sobre el mar Báltico y permitiría una colaboración más efectiva con los países bálticos por el norte. Su ejército moderno es otro atractivo. Suecia gana la protección plena de la OTAN y sus aliados ante un ataque externo. Además, tendrá voz y voto en las decisiones de la organización, lo cual le posiciona con mucha más fuerza en el esquema global de poderío militar.
CONCLUSIONES
El Reino de Suecia ha cambiado su tradicional política de no alineación con la OTAN y hace más de un año que el proceso de entrada comenzó. Desde entonces han surgido una serie de obstáculos, externos e internos, que han hecho peligrar la ambición escandinava de entrar en la organización.
Estos últimos meses han supuesto una dura crisis en el reto propuesto de entrar en la OTAN que ha retrasado e incluso hecho peligrar la entrada del posible candidato sueco en dicha organización, pero ya se puede vislumbrar el resultado final y augurar, siempre con precaución, que la entrada de Suecia será efectiva para finales de 2023.
NOTA: Los planteamientos e ideas contenidas en los artículos de análisis y opinión son responsabilidad exclusiva, en cada caso, del analista, sin que necesariamente representen las ideas de GEOPOL 21.
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