En la cúspide de una era definida por avances tecnológicos sin precedentes, la diplomacia tecnológica emerge como un campo vital para la comprensión y navegación del paisaje global contemporáneo. Esta nueva vertiente de la diplomacia se halla intrínsecamente ligada al desarrollo y a la implementación de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (en adelante, IA), las redes 5G y la biotecnología, cuyas repercusiones trascienden las fronteras nacionales y remodelan los paradigmas tradicionales de interacción entre los Estados.
INTRODUCCIÓN
La diplomacia tecnológica, por tanto, no se limita a una mera extensión del arsenal diplomático convencional; es, más bien, un dominio innovador que requiere una comprensión profunda tanto de las tecnologías que moldean nuestro mundo como de las complejas dinámicas geopolíticas que estas engendran.GEOPOL 21
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