Hoy en día América Latina vive un panorama económico crítico. Para entender la actual situación económica de la región, es imprescindible analizar las diferentes etapas económicas que se han vivido a través de los años. A pesar de que la situación económica varía en cada país, hay una similitud en la zona.
ECONOMÍA A BASE DE EXPORTACIONES
Antes de 1930, la economía de América Latina se basaba en la exportación. Alrededor de esta época, ocurrieron diversas crisis internacionales (como lo fueron la crisis financiera de 1929 y la Segunda Guerra Mundial), en las cuales varios países extranjeros vivieron un derrumbe financiero y una contracción brutal de producción y comercio. Todo esto afectó gravemente a la región a pesar de no estar involucrada en la crisis perse, especialmente su economía. Esto se debe a que la economía latinoamericana se basaba en exportaciones a países en otros continentes, y durante esta época, estos países comenzaron a verse afectados por diferentes shocks internacionales. Mientras otros países sufrían crisis, no podían comprar productos de fuera y por ende las exportaciones de la región disminuyeron. Como consecuencia de esta contracción económica, se creó la política ISI, la cual obligó a Latinoamérica a cambiar la base de su economía.
POLÍTICA ISI
La política de Industrialización por Sustitución de Importaciones, también conocida como ISI, se utilizó aproximadamente de 1930-1970 como respuesta a las crisis internacionales que afectaron la economía latinoamericana. La idea de esta política era reducir la exposición a los impactos de shocks externos y la dependencia de las economías desarrolladas. Una de las principales características de la política era el estatismo, el cual involucra un activo papel del Estado en la dirección de la economía donde se intenta nacionalizarla y proteger las industrias nacionales frente a competidores extranjeros. Para lograr esta meta, se tomaron diferentes medidas que incluían limitar las importaciones imponiendo altos aranceles y controlar los tipos de cambio manipulando precios de las importaciones y exportaciones. También se crearon diversos bancos públicos de desarrollo industrial, los cuales cobraban un muy bajo interés. De igual manera, se impulsaron y hasta recataron compañías estatales.
A pesar de que estas medidas se crearon con el propósito de impulsar la economía en la región, acabaron generando el efecto contrario al que se buscaba. Por un lado, el estatismo llevó a actuaciones personales, generando corrupción y distorsiones. Muchos productos comenzaron a ser de inferior calidad y mayor precio, así como comenzó a haber situaciones de monopolio. Los altos aranceles que se impusieron y la manipulación de las monedas no solo dificultaron la exportación, sino también generaron un aumento en la deuda e inflación de los países latinoamericanos.
CRISIS DE LA DEUDA Y CONSENSO DE WASHINGTON
De 1979 a 1982, la inflación en la región se dobló, estallando así la crisis de la deuda y dando inicio a la década perdida que duró hasta 1992. A pesar de que algunos países como México y Brasil (actuales economías líderes de la región) se lograron semi industrializar con la política ISI, lo hicieron a gran costo, sufriendo de un aumento de inflación y deudas. A parte, estas economías no lograban ser lo suficientemente competitivas a nivel mundial. La política ISI en vez de mejorar la economía, generó una recesión que afectaría a toda la región.
Caricatura del Consenso de Washington (esencial o menos)
Como respuesta a esta crisis y década perdida, se crea el Consenso de Washington en 1989, con el fin de recuperar la economía latinoamericana nuevamente. Este consistía de un paquete de reformas económicas neoliberales que buscaban estabilidad macroeconómica, dominio de la inflación y liberar el mercado. Fueron impulsadas por diversos organismos financieros internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), quienes concederían créditos y ayuda financiera a los países que cumplieran con ciertas medidas económicas. Algunas de estas medidas incluían la reducción de aranceles, recorte del gasto, introducción del IVA y autonomía de bancos centrales. De igual manera, más de 2000 empresas en la región se privatizaron y se logró una apertura al comercio exterior.
DÉCADA DE ORO
La plena recuperación de América Latina termina hasta el 2003, dando comienzo a la década de oro, época de mejoras económicas y sociales en la zona. Uno de los principales motivos del auge es la alza del precio de materias primas, las cuales abundan en la región. Esto permitió que los países pudieran venderlas a países como China, a un alto precio. Durante esta época empieza la relación de Latinoamérica y China, la cual hoy en día es de gran importancia. Comenzaron a verse también diferentes mejoras y avances sociales, entre ellas reducción de la pobreza extrema y moderada (bajando de 43% a 26% aproximadamente), y el aumento de la clase media (de 20% a 34% aproximadamente). Por primera vez en la historia latinoamericana, la clase media era mayor que la pobre. Esto fue a causa de mayores ingresos laborales y diferentes políticas sociales que se llevaron a cabo. La década de oro termina en 2014 cuando el precio de las materias primas cae, principalmente del petróleo y minerales. Esto vuelve a desestabilizar a la región un poco y por ende, la pobreza comienza a aumentar y el PIB a bajar.
COVID 19
Tras la llegada del Covid 19, la cual golpeó la economía de América Latina, se genera un miedo y una preocupación de vivir una segunda década perdida. Los niveles de pobreza extrema suben bastante del 2019 al 2020 y la evolución del PIB en el 2020 es de -7%. La región vive una de las más grandes contracciones económicas de la historia debido a los extremos encierros y la interrupción de cadena de suministro que la pandemia trajo. Por otro lado, la guerra en Ucrania también ocasiona incertidumbre a nivel global. Todos estos factores generan que se prevean bajas tasas de crecimiento en la región en el 2023 y 2024 (entre 1.6% y 2.3%).
A pesar de ello, Latinoamérica se encuentra en una situación diferente a la que estaba en los años de la crisis de la deuda, por lo que sería más complicado que se viviera una segunda década perdida. Si los países latinoamericanos quieren hacer desaparecer las secuelas de la pandemia y reactivar el crecimiento económico deberán tomar medidas inmediatas para impulsar un proceso de recuperación, según el Banco Mundial. Una buena opción sería aprovechar las oportunidades de crecimiento de economías sostenibles.
El COVID-19 en México (El Sol de México)
CONCLUSIONES
Latinoamérica es una economía que empezó a base de exportaciones, pasó por políticas proteccionistas, se liberó con el Consenso de Washington y vivió una década de oro gracias a las materias primas y su alza en el precio. Hoy en día se vive en incertidumbre y miedo a que la economía vuelva a caer en la región por factores como la pandemia y la guerra en Ucrania. Es fundamental que los países inviertan en programas sociales e infraestructuras, al igual que mejorar la eficiencia del gasto público, para así levantar la economía latinoamericana.
NOTA: Los planteamientos e ideas contenidas en los artículos de análisis y opinión son responsabilidad exclusiva, en cada caso, del analista, sin que necesariamente representen las ideas de GEOPOL 21.
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