LA EXPANSIÓN CHINA EN EL INDO-PACÍFICO

por | Mar 24, 2023

El tour realizado por el ministro de Asuntos Exteriores Wang Yi a diferentes islas-nación del Pacífico sur en el verano del 2022, junto con el acuerdo alcanzado en materia de seguridad -principalmente- con las Islas Solomon,  deja claro las intenciones de Pekín de tener una mayor presencia en esta región y que se añadiría a […]

El tour realizado por el ministro de Asuntos Exteriores Wang Yi a diferentes islas-nación del Pacífico sur en el verano del 2022, junto con el acuerdo alcanzado en materia de seguridad -principalmente- con las Islas Solomon,  deja claro las intenciones de Pekín de tener una mayor presencia en esta región y que se añadiría a la posición dominante que ya tienen en el Mar del Sur de China, cerrando así el círculo y tomando el control de una zona clave desde el punto de vista tanto comercial como geoestratégico.


 

UN NUEVO PANORAMA GEOPOLÍTICO EN EL INDO-PACÍFICO

El Pacífico sur fue clave en el desarrollo de la II Guerra Mundial con grandes acontecimientos bélicos por todos conocidos como la Batalla del Guadalcanal. Las fuerzas aliadas entonces establecían bases en las pequeñas islas para poder desarrollar cadenas de suministro y de abastecimiento para las flotas y los aviones que luego serían protagonistas de grandes enfrentamientos aéreos, como la Batalla de Midway. Acontecimientos bélicos que incluso han sido trasladados al mundo del cine. 

La batalla de Middway supuso un punto de inflexión en la Segunda Guerra Mundial en el teatro de operaciones del Pacífico. (Warfare History Network)

Desde la finalización de la II Guerra Mundial y en estos últimos setenta años, la región ha mantenido una estabilidad geopolítica fuera de enfrentamientos a nivel global. Estas pequeñas islas y archipiélagos situados en el sur del Pacífico son normalmente reconocidos como lugares paradisíacos de aguas cristalinas y playas de arena blanca. Pero la realidad es bien diferente; la gran mayoría de ellas sufren problemas políticos internos, corrupción y su desarrollo económico y social son muy bajos. 

Hoy en día, la región vuelve a estar de actualidad y corre el grave riesgo de convertirse de nuevo en una zona de conflicto. China tiene puestos sus ojos en esta parte del globo enmarcándola dentro de su política expansionista, pero los Estados Unidos y sus aliados, entre los que se encuentran principalmente Australia (principal valedor de las pequeñas islas-nación de la zona durante décadas), Japón y Filipinas -entre otros- obviamente no van a permitir que la mayor presencia e influencia del gigante asiático altere la neutralidad que se ha mantenido en esta parte del mundo durante las últimas décadas.

 

Máxima extensión del imperio japonés en la Segunda Guerra Mundial. Tokio sabía de la importancia del control de las pequeñas islas del Pacífico que ahora desea Pekín. (Quora)

China es consciente del alto valor que representa el Indo-Pacífico desde diferentes ángulos: desde una perspectiva comercial por las numerosas rutas marítimas comerciales que ofrece; en el lado geoestratégico y militar, para poder controlar una parte del planeta que será clave en la toma de posiciones en base a los diferentes bloques que se están alineando; y por último y no por ello menos importante, en el acceso a los importantes e innumerables recursos marinos y energéticos que alberga. Por ello, para Pekín, el territorio marítimo que cubre desde el Mar del Sur de China hasta Australia forma parte de un “master plan” para continuar con su política expansionista.

Dicho plan también incluye el Mar del Sur de China, donde mantiene conflictos territoriales con varios de sus países vecinos como Vietnam, Filipinas, Taiwán y Malasia entre otros, principalmente por el control de pequeños islotes y el establecimiento y delimitación de aguas territoriales. Durante los últimos diez-quince años, China ha expandido su territorio por dos vías: por un lado, adjudicándose de facto pequeños islotes y arrecifes deshabitados que en principio no tienen valor, pero que una vez ocupados permite que China pueda extender sus Zonas Económicas Exclusivas más allá del continente. Este es el caso de las Paracel Islands

Un conjunto de islotes localizados en el sur este asiático a medio camino entre Vietnam, el norte de Filipinas y la isla de Hainan (China) y que es motivo de conflicto con cierta recurrencia. Y, en segundo lugar, mediante la construcción de islas artificiales que en base a su diseño, se podrían construir pistas de aterrizaje y muelles los suficientemente grandes para que atracaran buques militares.

 

ACUERDO EN MATERIA DE SEGURIDAD Y DEFENSA: QUAD Y AUKUS

 

Conocido por sus siglas en inglés, QUAD o Quadrilateral Security Agreement es un foro informal que versa sobre asuntos estratégicos y de cooperación. Está formado por los Estados Unidos, India, Japón y Australia. Fue creado en el 2007 bajo los principales objetivos de crear una plataforma para trabajar en asuntos de estabilidad, seguridad y prosperidad en la región del Indo-Pacífico. La alianza de estas naciones se reúne regularmente a través de fórums y conferencias, intercambio de información y de ejercicios militares. 

El AUKUS posiciona a China en un compromiso rodeada de grandes potencias económicas y militares que equilibran la huella geopolítica de la nueva ruta de la seda. (Samvada World)

En noviembre del 2020 las armadas de Australia, India, Japón y los Estados Unidos realizaron la más importante maniobra militar conjunta hasta la fecha en la que intervinieron buques de guerra, submarinos y un portaaviones, lo que muchos analistas interpretan como un claro mensaje a Pekín en sus objetivos de expansión en el Pacífico, al tiempo que China estaba realizando igualmente maniobras militares en torno a la isla de Taiwán.

El pasado 15 de marzo, igualmente se formalizó el acuerdo denominado AUKUS (siglas en inglés) firmado por Australia, el Reino Unido y Estados Unidos, mediante el cual Australia se compromete a la adquisición de submarinos de propulsión nuclear, lo cual le permitirá aumentar su presencia militar en el Indo-Pacífico y así contrarrestar la mayor presencia militar e influencia que China va adquiriendo y desarrollando en la región. Obviamente desde Pekín la respuesta no se ha hecho esperar y ha acusado a los Estados Unidos y sus aliados de provocar una escalada de tensión innecesaria y de militarización de la región.

En el trasfondo de todas estas idas y venidas no deja de estar el conflicto de Taiwán. El presidente Xi ya se ha manifestado de forma meridiana en el sentido de que su objetivo final es anexionarse la pequeña isla, la que considera parte inalienable de China, incluso no descartando el uso de la fuerza si fuera necesario. En los últimos meses, el PLA (People’s Liberation Army) ha llevado a cabo diferentes maniobras militares alrededor de la isla, con vuelos que han traspasado el espacio aéreo Taiwanés, mostrando así su músculo militar.

 

Tanto el QUAD como el reciente acuerdo AUKUS no hacen más que poner de manifiesto que la región del Indo-Pacífico está cobrando cada vez mayor relevancia en el tablero de juego global y que las alianzas que se puedan establecer con los pequeños países del Pacífico serán clave en el devenir de los próximos años.

 

En el mes de mayo del 2022, el entonces ministro de Asuntos Exteriores de la República Popular China Wang Yi, realizó una visita oficial a ocho naciones del Pacífico sur con la intención de firmar acuerdos de cooperación en materia de seguridad, apoyo financiero, etc. La reacción por parte del gobierno australiano, que había celebrado elecciones hace sólo unos días, fue inminente enviando a la recién nombrada ministra de Asuntos Exteriores Penny Wong a Fiji a fin de contrarrestar la iniciativa diplomática China y mostrar su compromiso con la región. En palabras del Primer Ministro Australiano Anthony Albanese:

We need to respond to this because this is China seeking to increase its influence in the region of the world   where Australia has been the security partner of choice since the Second World War”. 

BASES MILITARES EN EL CUERNO DE ÁFRICA

 

África representa el principal valor a nivel regional del programa de La nueva Ruta de la Seda (BRI o Belt Road Initiative) con una inversión superior al Trillón de USD, con el objetivo de poder influir en las naciones en vías de desarrollo y así reconfigurar la arquitectura del comercio mundial accediendo a los recursos de tierras raras que se acumulan en el continente africano y que son clave para el desarrollo tecnológico del gigante asiático. Pero esta influencia en el ámbito comercial no cerraría el círculo si no fuera acompañada de una presencia militar que diera continuidad a la diplomacia expansionista que China lleva implementando en los últimos años. Ya en el año 2017 y en base a un informe de la consultora McKinsey, había aproximadamente 10,000 empresas chinas en África que generaban 180 Billones USD y dicha cifra podría alcanzar los 250 Billones USD en el año 2025

Presencia de bases militares chinas (en rojo) en el Mar de la China Meridional y en el Océano índico. (Bloomberg)

En el 2017, China estableció su primera base miliar fuera del país en el pequeño país de Djibouti con una presencia de 2,000 militares (hoy se calcula que tienen 10,000) a poca distancia de la base militar norte americana. El estado de Djibouti se encuentra en la cabecera del cuerno de África y es la nación más pequeña de todo el continente. Pero su estratégica localización incluida la cercanía a los países de Oriente Medio y como una de las rutas marítimas más transitadas del mundo en el Océano Indico, es de especial relevancia para el transporte de materias primas como gas y petróleo. Con el establecimiento de una base militar en esta región del globo, China se asegura el suministro de energía, aunque en la actualidad, la importación de gas y petróleo a través de esta ruta represente sólo un pequeño porcentaje de las necesidades energéticas chinas.  Este es la clave y motivo de preocupación para Estados Unidos y Australia, ya que junto con el dominio que ya ejerce sobre el Mar del Sur de China, les permitiría tener una presencia militar permanente en una región de vital importancia, tal y como tuvieron ellos en la II Guerra Mundial.

 

DIPLOMACIA FINANCIERA AL ESTILO PEKÍN

 

En el año 2006 y durante varios meses, se produjeron unas importantes revueltas en la capital de Tonga en el Pacífico sur que dejaron la ciudad con innumerables daños. Tras los violentos disturbios, el gobierno comenzó con la reconstrucción de la ciudad, incluyendo el Palacio Real y un nuevo muelle, todo ello financiado por la República Popular China.

Lo que en su inició fue un préstamo de 65 Millones USD, hoy son aproximadamente 133 Millones USD. La pequeña isla-nación fue devastada por un tsunami y una erupción volcánica; en el 2021 tiene una deuda exterior de 195 Millones USD o lo que supone un 36% de su PIB y del cual dos tercios es acreedor del China’s Import-Export Bank.

El caso de Tonga simboliza un problema de sostenibilidad de la deuda a las que otras naciones pobres y con pocos recursos igualmente se enfrentan, pudiendo así llegar a ser más vulnerables a la presión que el gigante asiático pudiera ejercer sobre ellas.

 

Country

Top three lenders Debt-to-GDP ratio (in percentage)

Cook Islands

Asian Development Bank (ADB), Export-Import Bank of China (China Eximbank), Commercial lenders 43.5**
Fiji ADB, China Eximbank, World Bank Group (WB) 79.8**
Kiribati ADB, International Cooperation and Development Fund – Taiwan Province of China (ICDF), Exim bank China 18.4*
Republic of Marshall Islands ADB, WB, European Investment Bank (EIB) 27.5**
Federated States of Micronesia ADB, U.S. Department of Agriculture, EIB 15.3**
Nauru Taiwan POC, Exim Bank, ADB, WB 27.1**
Niue No debt No debt
Palau China Exim bank, ADB 74.4**
Papua New Guinea China Exim bank, Japan International Cooperation Agency (JICA), International Development Association (IDA) 66.7**
Samoa China Exim bank, IDA, ADB 46.7*
Solomon Islands ADB, IDA, China Exim bank 14*
Tonga China Exim bank, ADB, WB 49.4**
Tuvalu ADB, EIB, ICDF 7.3*
Vanuatu

China Exim bank, JICA, WB

51.5*

Source:International Monetary Fund (IMF); ‘IMF Staff Report for Article 4 Consultation – Debt Sustainability Analysis’ for all the PICs; * 2020 data , ** 2021 data.

 

Pekín continua con su diplomacia de chequera financiando proyectos de desarrollo e infraestructuras a cambio de acuerdos principalmente en materia seguridad.

 

El modus operandi en este tipo de políticas ya se ha visto con anterioridad y en muchos foros ha sido criticado por la opacidad en los términos en los que se llevaban a cabo los acuerdos. Las Islas Cook, por ejemplo, canceló algunos de los proyectos con financiación china (sede judicial, estaciones de policía y un estadio). En la ejecución de los proyectos, los contratos son concedidos a empresas chinas que también importan los materiales y trabajadores de modo que no generan riqueza local.

Un elemento recurrente en la construcción de puertos marítimos y muelles que se ejecutan en el Pacífico Sur es que son diseñados para poder acoger buques militares. De modo que es legítimo hacer sonar las alarmas respecto al interés que China pueda tener en la construcción de estas infraestructuras con su ayuda financiera, teniendo en cuenta episodios como el ocurrido con el puerto de Hambantota en Sri Lanka, que al no poder pagar la deuda contraída, pasó a ser operado y gestionado por China  durante un periodo de noventa y nueve años. Igualmente añadimos un segundo elemento que es el ánimo de China de llegar a acuerdos estratégicos con los pequeños estados del Pacífico Sur en materia de seguridad principalmente.

El acuerdo estratégico que en materia de seguridad firmaron China y las Islas Solomon y que se mantuvo secreto durante un tiempo hasta que finalmente se filtró, ha despertado ciertos miedos tanto en Washington como en Camberra, principal valedor de este archipiélago-nación durante décadas. La mayor preocupación se centra en la posibilidad de que se pueda establecer una base militar en el país, lo que le otorgaría unas capacidades hasta la fecha no conocidas y que podrían alterar la estabilidad que la región viene gozando desde la finalización de la II Guerra Mundial.

En el texto del acuerdo firmado entre Pekín y Honiara, China acuerda enviar “policía armada y personal militar” al igual que “otras fuerzas armadas” con el objetivo de “mantener la estabilidad y orden social”. Igualmente se acuerda que se podrá utilizar las fuerzas armadas “para la protección de personal chino y sus proyectos y que sus buques podrán hacer escala para abastecimientos logísticos”. En cualquier caso, el lenguaje es un tanto ambiguo y está abierto a interpretación, por lo que habrá que esperar a ver como se concreta en el corto plazo para analizar los verdaderos intereses de Pekín en su expansión en el Indico-Pacífico.

 

TEMORES A UNA DESESTABILIZACION REGIONAL O DIPLOMACIA DEL SIGLO XXI

 

Los hechos hablan por sí solos y lo cierto es que en los últimos años China ha desplegado una política internacional basada principalmente en ofrecer apoyo financiero a low income countries que le permitiera obtener ciertos beneficios y posicionamiento a nivel global. La emergencia de China como una potencia en la región del Pacífico, es uno de los acontecimientos más significativos en términos de desarrollo regional-global de la última década. Mientras en Occidente crecen las preocupaciones sobre el impacto y las consecuencias que de esta mayor presencia pudieran derivarse, para las pequeñas naciones del Pacífico puede suponer una tabla de salvación para el desarrollo y modernización de sus economías, en el caso de que los gobiernos locales supieran hacer buen uso de esos programas de ayuda. El interés de Pekín es inherentemente geoestratégico y va más allá de convertirse simplemente en un donante de fondos a semejanza de Organismos Multilaterales.

China ha llevado a cabo una extensiva política de ampliación y ocupación de las islas del Mar de la China Meridional, instalando bases militares. (South China Morning Post)

La creciente influencia de China en esta zona del globo debe tener cabida siempre y cuando no suponga una disrupción a la estabilidad de la que ha gozado la región desde la finalización de la II Guerra Mundial. Un planteamiento enfocado a la posibilidad de establecer algún tipo de presencia militar permanente en la zona tal y como se ha publicado recientemente, reconstruyendo instalaciones abandonadas de la II Guerra Mundial  (reconstrucción de una pista de aterrizaje) que pudieran acomodar instalaciones militares, sería un error y obligaría a Estados Unidos y sus aliados a contrarrestar estás medidas con acciones como la implementada tan solo hace unas semanas a través del pacto AUKUS. Pero igualmente, estos países deben tener en cuenta que China, en este Siglo XXI ha venido para quedarse y debe tener su acomodo en las nuevas estrategias que a nivel global se están conformando, y que, en el caso de las islas del pacífico, éstas no pueden ser utilizadas como mero instrumento de contrapoder.

Los Estados Unidos y Australia principalmente, deben implementar unas mejores relaciones con estos archipiélagos-estado a fin de obtener beneficios mutuos. Estas pequeñas naciones tienen ahora otras alternativas con quien formar alianzas y sus intereses no se ven representados en juegos de estrategia global, sino en la ayuda y cooperación para la resolución de problemas derivados, por ejemplo, de inundaciones por tifones y el desarrollo de su economía.


NOTA: Los planteamientos e ideas contenidas en los artículos de análisis y opinión son responsabilidad exclusiva, en cada caso, del analista, sin que necesariamente representen las ideas de GEOPOL 21.

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