El conjunto de movimientos sociales conocidos como “Primavera Árabe” tuvo su origen en Túnez, a finales del año 2010, extendiéndose rápidamente por todos los países que componen el mundo árabe, desde Marruecos a Omán. Se inició como un clamor popular en virtud de la democracia y derechos sociales, teniendo a Túnez como el único país que avanzó verdaderamente hacia un régimen democrático.
La lucha por la democracia en toda la región es una constante, donde el choque de culturas entre Oriente y Occidente deja patentes las claras diferencias en aspectos como la sociedad, la economía, las formas de gobierno o la influencia de la religión en el curso habitual de un Estado.