TOCANDO EL LÍMITE: IMPACTO DE LAS OLAS DE CALOR EN LA SALUD PÚBLICA Y LA NECESIDAD DE ADAPTACIÓN.

por | Nov 3, 2023

El aumento de las temperaturas debido al cambio climático ha incrementado las olas de calor, causando problemas graves en la salud pública con medio millón de muertes al año. Los golpes de calor, agotamiento por calor y agravamiento de enfermedades son consecuencias comunes. La adaptación y colaboración global es necesaria para afrontar este desafío mediante […]

El aumento de las temperaturas debido al cambio climático ha incrementado las olas de calor, causando problemas graves en la salud pública con medio millón de muertes al año. Los golpes de calor, agotamiento por calor y agravamiento de enfermedades son consecuencias comunes. La adaptación y colaboración global es necesaria para afrontar este desafío mediante alertas tempranas, refugios de enfriamiento, educación y cambios en la planificación urbana.


INTRODUCCIÓN

En un mundo cada vez más afectado por los efectos del cambio climático, el aumento constante de las temperaturas globales ha dado lugar a un fenómeno climático cada vez más recurrente y preocupante: las olas de calor. Estos eventos extremos de calor prolongado tienen consecuencias devastadoras para la salud pública, causando cerca de medio millón de muertes al año en todo el mundo. A medida que las olas de calor se vuelven más frecuentes e intensas debido al cambio climático, es fundamental comprender su impacto en la salud humana y la urgente necesidad de adaptación para proteger a las comunidades vulnerables.

El calentamiento global (Ilustración generada por IA Bing Image Creator).

OLAS DE CALOR, UNA NUEVA AMENAZA

Una ola de calor es un fenómeno climático caracterizado por un período prolongado de temperaturas extremadamente altas para una región determinada respecto a la temperatura promedio de esa área. Estas situaciones se presentan cuando una masa de aire caliente y seco queda atrapada en una región, a menudo debido a la presencia de sistemas de alta presión atmosférica. El efecto resultante es un aumento significativo de las temperaturas, que puede durar varios días o incluso semanas.

Termómetro en Sevilla que refleja las altas temperaturas durante una ola de calor (EUROPA PRESS).

El cuerpo humano posee una temperatura crítica superior que puede tolerar sin peligro, de entre 40 y 50 grados centígrados. Una vez alcanzada esta temperatura, nuestro cuerpo experimenta “estrés térmico” por el aumento de la tasa metabólica basal, fenómeno relacionado con la energía que se consume por unidad de tiempo en estado de reposo. El impacto del incremento de temperatura depende tanto de su origen como de la humedad ambiental. Por ejemplo, las olas de calor procedentes del Sahara, que traen consigo aumentos significativos en partículas suspendidas en el aire. El impacto de estas partículas en la salud es mayor que el provocado por el aumento de la temperatura en sí. En contraste, las olas de calor generadas por un bloqueo anticiclónico tienden a aumentar los niveles de ozono en la troposfera, lo que puede tener efectos notables en la salud humana. En relación a la humedad, la temperatura del bulbo húmedo revela que a medida que aumentan el calor como la humedad, se vuelve más desafiante para el cuerpo humano mantener su temperatura interna en equilibrio. Esto se vuelve crítico cuando la temperatura de bulbo húmedo alcanza los 31,5ºC, incrementando el riesgo de padecer un fallo orgánico e incluso la muerte.

Aunque la temperatura global solo aumente 1ºC, también lo hace el vapor de agua en el aire. Esto se traduce en olas de calor más largas, frecuentes, severa y húmedas. Las consecuencias de este fenómeno afectan a la salud, los ecosistemas y las migraciones climáticas, especialmente en países como India, Pakistán, Níger, Nigeria, Sudán o Indonesia.

 

Riesgos para la Salud Humana

Durante una ola de calor, el cuerpo humano puede verse sometido a un estrés térmico considerable. Las altas temperaturas pueden dar lugar a una serie de problemas de salud, que van desde el agotamiento por calor y la insolación hasta el golpe de calor, una condición potencialmente mortal. El agotamiento por calor se manifiesta con síntomas como sudoración excesiva, debilidad, fatiga extrema, náuseas, vómitos, dolores de cabeza y mareos, mientras que la insolación puede llevar a confusión, piel enrojecida y fiebre. El golpe de calor, el nivel más grave de estrés térmico, implica una temperatura corporal elevada, confusión, convulsiones e incluso la pérdida del conocimiento.

Las personas con afecciones cardiovasculares y respiratorias preexistentes se enfrentan a un mayor riesgo durante las olas de calor. El estrés adicional que ejerce el calor sobre el cuerpo puede agravar estas condiciones y llevar a complicaciones graves.

 

Grupos Vulnerables

Algunos grupos de población son más susceptibles a los efectos adversos de las olas de calor. Los ancianos, los niños, las personas con enfermedades crónicas y aquellos que trabajan al aire libre tienen un mayor riesgo de sufrir consecuencias graves para la salud durante estos eventos extremos, ya que los sistemas cardiovasculares de éstos no responden bien a las altas temperaturas. Además, las personas con limitado acceso a la atención médica o que viven en áreas urbanas densamente pobladas pueden enfrentar mayores desafíos para protegerse del calor.

Efecto general de la edad respecto la temperatura (thelancet)

 

Estrés en los Sistemas de Salud

Las olas de calor también ejercen presión sobre los sistemas de salud pública. A medida que aumenta el número de personas afectadas por problemas de salud relacionados con el calor, los hospitales y clínicas pueden verse abrumados. Los casos de golpe de calor y agotamiento por calor requieren una atención médica inmediata, lo que puede llevar a una mayor demanda de servicios de emergencia y camas de hospital. Esto puede agotar los recursos disponibles y reducir la capacidad de respuesta en situaciones de emergencia médica.

 

Necesidad de adaptación

Ante la creciente frecuencia y severidad de las olas de calor, la adaptación se convierte en una necesidad urgente para proteger la salud pública y reducir los riesgos asociados con estos eventos extremos. Las estrategias de adaptación deben abordar tanto la prevención como la respuesta eficaz durante estos eventos climáticos extremos.

  1. Planificación y Comunicación. Las autoridades locales y nacionales deben desarrollar planes de acción claros para abordar las olas de calor. Esto incluye la creación de sistemas de alerta tempranaque adviertan a la población sobre las condiciones extremas, permitiendo que las personas tomen medidas preventivas, como mantenerse hidratadas, permanecer en lugares frescos y reducir la exposición al sol durante los períodos más calurosos del día.

La educación y concienciación pública también es esencial para aumentar la conciencia sobre los riesgos asociados con las olas de calor y promover prácticas de prevención. Las campañas de información pueden brindar orientación sobre cómo mantenerse seguros durante eventos de calor extremo y cómo reconocer los síntomas de condiciones relacionadas con el calor.

Ola de calor en Los Ángeles, Estados Unidos (Chris Yarzab (Flickr)).

2. Infraestructura resiliente. Se debe invertir en infraestructuras que ayude a mitigar los efectos del calor extremo. Esto podría incluir la creación de refugios de enfriamiento en áreas urbanas y la implementación de espacios públicos sombreados, donde las temperaturas suelen ser más altas debido al efecto de isla de calor. Estos espacios proporcionarían un alivio temporal a las personas que no tiene acceso a sistemas de enfriamiento en sus hogares, especialmente a aquellos en situación de vulnerabilidad. Además, la planificación urbana y el diseño de edificios pueden desempeñar un papel crucial en la mitigación de las olas de calor. La creación de áreas verdes, parques y espacios abiertos en las ciudades puede ayudar a reducir la “isla de calor urbana”, donde las áreas urbanas retienen el calor más intensamente que las zonas rurales circundantes, sino que también mejora la calidad del aire y crea espacios de recreación más saludables.

Edificio de oficinas donde arquitectura, tecnología y naturaleza se fusionan. (credaward)

3. Cuidado de Grupos Vulnerables. Es esencial proporcionar un enfoque específico en los grupos más vulnerables. Los programas de bienestar para ancianos y niños, así como la identificación de personas en riesgo dentro de la comunidad, son cruciales para brindar la ayuda necesaria durante las olas de calor.

4.Fortalecimiento de sistemas de salud. Una respuesta efectiva a las olas de calor también implica el fortalecimiento de los sistemas de salud. Esto incluye la formación de profesionales médicos para reconocer y tratar adecuadamente las afecciones relacionadas con el calor, así como la creación de protocolos de emergencia específicos para estas situaciones.

5.Políticas de salud y bienestar. Las políticas gubernamentales que promueven la salud y el bienestar durante las olas de calor son esenciales. Esto puede incluir la implementación de regulaciones en lugares de trabajo para garantizar condiciones seguras durante el calor extremo, así como la provisión de recursos médicos y servicios de emergencia adecuados. Además, es crucial abordar el cambio climático en sí mismo para reducir la frecuencia e intensidad de las olas de calor. Esto implica la adopción de políticas y prácticas que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero y fomenten la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.

Medidas de prevención en el ámbito laboral ante olas de calor (transportesanitario)

CONCLUSIÓN

Las olas de calor representan una amenaza cada vez mayor para la salud pública debido al cambio climático en curso. Los impactos van más allá de la incomodidad temporal, poniendo en riesgo la vida y la salud de las comunidades en todo el mundo. La adaptación es crucial para reducir estos riesgos y proteger a las personas más vulnerables. A través de sistemas de alerta temprana, refugios de enfriamiento, educación pública y políticas gubernamentales, podemos mitigar los efectos perjudiciales de las olas de calor. Sin embargo, para lograr un cambio significativo, se requiere un esfuerzo coordinado a nivel mundial para abordar las causas subyacentes del cambio climático y trabajar en conjunto hacia un futuro más seguro y sostenible para todos.


NOTA: Los planteamientos e ideas contenidas en los artículos de análisis y opinión son responsabilidad exclusiva, en cada caso, del analista, sin que necesariamente representen las ideas de GEOPOL 21.

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