«La geopolítica europea se enfrenta a una década decisiva»: Entrevista exclusiva en GEOPOL 21
En un contexto global marcado por tensiones geopolíticas, la guerra en Ucrania y el ascenso de potencias emergentes, Europa se enfrenta a desafíos clave que definirán su papel en el mundo. En esta entrevista exclusiva para GEOPOL 21, Iván Esteve Girbés, analiza el futuro geopolítico del continente, el rol de la UE y la OTAN, así como las implicaciones de los cambios en el escenario internacional.
Pregunta: ¿Cómo ve la posición geopolítica actual de Europa frente a potencias como Estados Unidos, China y Rusia?
«Europa atraviesa una década decisiva en términos geopolíticos. Tras años de dependencia estratégica, sobre todo en el ámbito de la seguridad con Estados Unidos, la Unión Europea se enfrenta a la necesidad de reforzar su autonomía estratégica. La guerra en Ucrania ha puesto de relieve estas vulnerabilidades y ha obligado a Europa a repensar su posición global. China y Rusia, por su parte, representan retos distintos: China como potencia económica y tecnológica emergente y Rusia como amenaza de seguridad en su vecindario inmediato. Europa debe fortalecer su unidad política para responder a estos desafíos sin perder su identidad y valores democráticos.»
Pregunta: ¿Qué papel debería desempeñar la UE en la resolución de conflictos internacionales y en el escenario global?
«La UE tiene una oportunidad única para consolidarse como un actor global con voz propia. Esto pasa por desarrollar una política exterior y de defensa común más robusta. No se trata solo de tener capacidades militares, sino de ejercer un liderazgo diplomático creíble. La mediación en conflictos, la promoción del multilateralismo y el apoyo al desarrollo sostenible son áreas donde Europa puede liderar. Sin embargo, todo esto requiere coherencia interna y la superación de divisiones nacionales que a menudo paralizan su acción internacional.»
Pregunta: ¿Cómo impacta la guerra en Ucrania en la seguridad europea y qué lecciones debería aprender la OTAN?
«La guerra en Ucrania ha redefinido las prioridades de seguridad en Europa. La OTAN ha recuperado relevancia y ha demostrado su papel clave en la defensa colectiva. Sin embargo, la principal lección es que la seguridad europea no puede depender únicamente de Estados Unidos. Europa debe invertir más en su defensa y desarrollar capacidades autónomas. La ampliación de la OTAN hacia el este ha demostrado ser una decisión acertada, pero también ha generado tensiones con Rusia que no deben subestimarse. La clave estará en gestionar este equilibrio de poder sin provocar una escalada incontrolable.»
Pregunta: ¿Qué implicaciones tiene el ascenso de China para el orden global y para Europa en particular?
«China representa tanto una oportunidad como un desafío. Su crecimiento económico ha impulsado el comercio global, pero también ha planteado preocupaciones sobre prácticas desleales y dependencia tecnológica. Para Europa, la clave está en diversificar sus alianzas y reforzar su competitividad tecnológica. Además, la UE debe adoptar una postura clara en cuanto al respeto a los derechos humanos y al marco normativo internacional. La relación con China será un test para la coherencia de los valores europeos frente a intereses económicos.»
Pregunta: ¿Qué retos internos enfrenta Europa para reforzar su influencia global?
«Los principales retos son internos: cohesión política, crecimiento económico sostenible y fortalecimiento institucional. La fragmentación política y el auge del populismo amenazan la capacidad de Europa para actuar de forma unificada. Además, la transición digital y verde son oportunidades, pero también retos que requieren una respuesta conjunta. La influencia global de Europa dependerá de su éxito en estos frentes internos.»
Pregunta: ¿Cuál debería ser la estrategia europea frente a los desafíos energéticos actuales?
«La crisis energética derivada de la guerra en Ucrania ha demostrado la vulnerabilidad de Europa en este sector. Es fundamental avanzar hacia una independencia energética sostenible, diversificando proveedores y acelerando la transición hacia energías renovables. Además, se debe apostar por la innovación tecnológica en almacenamiento y eficiencia energética, lo que no solo reforzará la seguridad energética, sino también la competitividad económica del continente.»
Pregunta: ¿Qué rol podrían desempeñar las alianzas transatlánticas en la próxima década?
«Las alianzas transatlánticas seguirán siendo clave, pero deben evolucionar. La relación con Estados Unidos debe basarse en un reparto más equitativo de responsabilidades. Europa necesita una voz propia, capaz de actuar de forma coordinada pero independiente cuando sea necesario. Al mismo tiempo, fortalecer la relación con países clave de América Latina, África y Asia será esencial para diversificar las alianzas y aumentar su influencia global.»
Conclusión
En esta conversación, Iván Esteve Girbés subraya que el futuro de Europa en el escenario internacional dependerá de su capacidad para actuar con unidad, reforzar su autonomía estratégica y abordar con éxito los desafíos internos. Una década decisiva en la que Europa debe elegir entre ser actor o espectador en la reconfiguración del orden global.
NOTA: Los planteamientos e ideas contenidas en los artículos de análisis y opinión son responsabilidad exclusiva, en cada caso, del analista, sin que necesariamente representen las ideas de GEOPOL 21.
