Pretende ser un plan transformador para la humanidad, en un momento clave en el que el planeta demanda acciones inmediatas para garantizar su habitabilidad para las siguientes generaciones.
La Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fueron adoptados en 2015 por todos los países de las Naciones Unidas. Suponen el más ambicioso clamor internacional hacia la acción para acabar con la pobreza, proteger el medio ambiente y garantizar que todas las personas vivan en paz y prosperidad.
La Agenda 2030 supone la mayor oportunidad que tiene la humanidad en un momento crítico para mejorar la vida de las generaciones actuales y futuras.
El éxito de los ODS pasa por la implicación decidida de todos los actores sociales, desde los Estados hasta las personas físicas, pasando por las empresas sea cual sea su tamaño. Es un momento histórico, la Agenda 2030 representa un compromiso internacional para hacer frente a los retos sociales, económicos y medioambientales de la globalización, poniendo en el centro a las personas, el planeta, la prosperidad y la paz, bajo el lema de «no dejar a nadie atrás».
EL DESARROLLO SOSTENIBLE HASTA HOY
Las agendas de desarrollo sostenible articuladas hasta ahora ponían el foco principalmente en el progreso de los «países en vías desarrollo». Sin embargo, lo apasionante de la Agenda 2030 es su carácter universal, puesto que necesita de una acción conjunta global para emprender medidas de lucha contra el cambio climático, reducción del desempleo, equiparación de derechos entre hombres y mujeres, así como afianzar sociedades estables y pacificas ya que, sin paz no puede haber desarrollo y, viceversa, muy difícilmente.
Hasta ahora, las acciones internacionales para apoyar a estos países desfavorecidos se centraban principalmente en cuestiones específicas como la lucha contra el hambre, igualdad de derechos, agricultura, energía o democracia. Con la articulación de los ODS se busca poner al mismo nivel todas estas acciones y apelar al compromiso internacional en un tema que afecta al futuro de la humanidad en todos los ámbitos económica, social y ambiental.
Con la adopción de la Agenda 2030 los países del mundo, sus empresas y sus ciudadanos, adquieren un compromiso para erradicar la pobreza y lograr el desarrollo sostenible para el año 2030, con el objetivo de que nadie se quede atrás de este nuevo panorama de desarrollo sostenible.
¿CÓMO SE HA LLEGADO HASTA LA AGENDA 2030?
Este apasionante proyecto global comenzó en junio del 2012, en el marco de la Conferencia «Río + 20» centrada en el Desarrollo Sostenible y «el futuro que queremos». En la Cumbre de Brasil, los gobiernos del mundo decidieron desarrollar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y apostar por su implantación a nivel mundial, tomando como referencia los no tan ambiciosos Objetivos de Desarrollo del Milenio. La novedad de los ODS es que sumaban al proyecto otros temas como la gestión de los recursos naturales, el consumo de los mismos, la producción agro-industrial sostenibles, instituciones efectivas y transparentes, buen gobierno, estado de derecho y sociedades pacíficas.

La Conferencia RIO+20 supuso una oportunidad fundamental para renovar el compromiso internacional con el desarrollo sostenible y dar paso a la Agenda 2030.
Este viaje que empezó en 2012 en Brasil, vio su formalización regulativa cuando en 2015 en sede de Naciones Unidas la Asamblea adoptaba la Agenda 2030 y apelaba a todos los actores a su impulso y cumplimiento.
Durante esos años del 2012 al 2015 se fueron articulando consultas con participación de expertos en desarrollo sostenible, gobiernos, sectores estratégicos, sociedad civil en definitiva, todo aquel actor que estaba llamado a tener un papel clave en la puesta en marcha de los ODS.
Sin duda, la experiencia de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), suscritos en el año 2000 por la comunidad internacional con límite temporal en 2015, han supuesto una base fundamental para el nacimiento y continuidad del compromiso de los ODS. Así, éstos asumen las tareas por finalizar relativas a los ODM y resultan más ambiciosos, participativos y, sobre todo, universales.
¿CÓMO SE ESTRUCTURA LA AGENDA 2030?
La Agenda 2030 se estructura en cuatro áreas de acción: Declaración política, 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y 169 objetivos, Medios de Implementación y el seguimiento y la revisión de la Agenda.
La escala y el enfoque de la Agenda no tienen precedentes. Una característica clave es que los ODS son de naturaleza global y universalmente aplicables, teniendo en cuenta las realidades nacionales, las capacidades y los niveles de desarrollo y los desafíos específicos.
Además, la Agenda 2030 integra de manera equilibrada las tres dimensiones del desarrollo sostenible: económica, social y ambiental. La Agenda 2030 también es indivisible, en el sentido de que debe implementarse como un todo, de manera integrada y no fragmentada, reconociendo que los diferentes objetivos y metas están estrechamente relacionados.
Los ODS de la Agenda 2030 giran en torno a cinco pilares fundamentales (en inglés, las 5 P: Planet, People, Prosperity, Peace, Partnership):
PLANETA
PERSONAS
PROSPERIDAD
PAZ
ALIANZAS
La Agenda 2030 se articula en torno a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, desglosados a su vez en 169 ambiciosas metas para cumplir pequeños objetivos de esa gran tarta que son los ODS. Por su envergadura y ambicioso despliegue, los ODS suponen una oportunidad única para la humanidad, pero sobre todo un auténtico reto para lograr erradicar la pobreza, extender el acceso a los derechos humanos, lograr un desarrollo económico global sostenible y respetuoso con el planeta y los recursos que ofrece.
¿Qué diferencia a los ODS de sus predecesores los ODM?
Más ambiciosos: buscan atajar problemas específicos con repercusiones a escala global. Ponen el foco en la erradicación de la pobreza en el mundo (ODM hablaban de mitigación), así como en la preservación del medio ambiente y un desarrollo económico sostenible que garantice una sociedad y un ambiente más justo y verde.
Son universales, puesto que necesitan que todos los actores de la sociedad global comulguen con las ideas que plantean los ODS y plantean un trascendental cambio de paradigma que afiance un modelo sostenible social, económica y medioambientalmente.

Véase la diferencia de acciones que abarcaban los ODM frente a los ODS.
Tras la experiencia de los ODM la comunidad Internacional ha comprendido que sin el compromiso de todos los actores, no es posible conseguir un desarrollo sostenible. Así, todos los países que suscriben estos objetivos han de cumplir con sus metas; bien sean desarrollados o en proceso de desarrollo.
La Agenda 2030 se basa en el concepto de asociación global, respaldada por un enfoque integral para la movilización de todos los medios de implementación, y se complementa con la Agenda de Acción de Addis Abeba, que es una parte integral.
Además, para garantizar el progreso y la rendición de cuentas a largo plazo, la Agenda 2030 incluye un fuerte mecanismo de seguimiento y revisión que permitirá a todos los socios evaluar el impacto de sus acciones. A nivel mundial, esto es supervisado por el Foro Político de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible, que se reúne en la sede de la ONU todos los años para seguir el progreso.
ESPAÑA ANTE LOS RETOS DE LA AGENDA 2030
Todos los estudios coinciden en que, España, es el país de Europa más vulnerable a los efectos del calentamiento global y quede no tomarse las debidas acciones y planes contra el calentamiento global, el entorno Mediterráneo donde se sitúa España será uno de los más castigados por los fenómenos climáticos extremos como sequías o lluvias torrenciales. Poco a poco, a modo de anticipo, cada año España vive episodios más frecuentes de estos extremos climáticos.

Los incendios que afectan a la península Ibérica aumentan en número y virulencia cada año debido a la escasez de lluvias y a la mano del hombre.
España sufre cada vez más olas de calor inéditas por su intensidad, su duración y su frecuencia.
De no tomarse las medidas necesarias marcadas en la Agenda 2030, los puntos más importantes donde se manifestará el cambio climático en España serían:
Afecciones sobre las costas y ecosistemas marinos: España tiene casi 5000 kilómetros de costa que se podría ver afectada por aumentos del nivel del mar y sobre todo por temporales marinos que erosionen la costa, así como el deterioro y destrucción de los recursos marinos, con todo lo que ello conlleva en las economías locales y el futuro de las comunidades.

El sur de España se convertirá en un desierto si no se frena el cambio climático. Los cultivos no podrán soportar olas de calor de tres meses, que alcanzarán temperaturas de 50 grados.
Refugiados climáticos: España, por su carácter de frontera y puente entre continentes es el país que más se verá afectado por los efectos colaterales del cambio climático, especialmente aquellos relacionados con los movimientos de población motivados por cuestiones medioambientales.
Escala global: En un mundo donde todo está conectado y cualquier efecto climático en un rincón del planeta puede tener su reflejo en otra zona, el cambio climático y el aumento de las emisiones de CO2 por parte de países con altas emisiones, puede hacer que las grandes masas de agua que acumulan este CO2 podrían estar al límite haciendo que su capacidad de absorción se reduzca.

La presencia de plástico y microplásticos en los mares va en aumento y suponen una grave amenaza a la supervivencia de ecosistemas marinos.
España es consciente de su puesto en la encrucijada climática y de los riesgos que corren sus ciudadanos, ecosistemas e incluso la economía si no se toman medidas inmediatas. Para ello, se ha creado el Alto Comisionado de la Agenda 2030 en España quien debe servir como coordinador entre administraciones locales, empresas y demás actores para desarrollar iniciativas sostenibles de manera conjunta.
CONCLUSIÓN
El mundo vive momentos agitados y vertiginosos en el plano climático, pero también vemos que las sociedades a nivel mundial están respondiendo con responsabilidad antes este reto histórico que afronta la humanidad. Uno de los mejores ejemplos son las continuas movilizaciones que, de manera transversal, se vienen produciendo en ciudades de todo el mundo, enarbolando la bandera de la acción por el clima. Las consecuencias más graves del cambio climático todavía pueden evitarse limitando y reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero. Todavía es posible convivir con un cambio climático manejable, precisamente porque el mundo tiene aún margen de acción gracias a la guía y compromiso que supone la Agenda 2030 y los ODS.
Sin lugar a dudas, el ejemplo más esperanzador de este cambio trascendental que exige el planeta, es el compromiso manifestado cada vez más por los Estados, empresas y personas físicas que de manera decidida comienzan a legislar y emprender acciones decididas para alcanzar los ODS marcados en la Agenda 2030 y legar así, un mundo donde las guerras, el hambre y los males que aquejan a las personas y el medio ambiente, sean recuerdos del pasado.
Autor: Luis Valer
Para conocer más:
- https://www.youtube.com/watch?v=g1hsjtIOlc0
- https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/2018/08/sabes-cuales-son-los-17-objetivos-de-desarrollo-sostenible/
- http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_informativos/2012/DIEEEI37-2012_RIO20_CambioRumboSalvarPlaneta_MMHG.pdf
- United Nations Conference on Environment and Development (UNCED, Rio de Janeiro, 1992): Rio-Declaration, Agenda 21 and other documents
- Executive Summary Brundtland-Report «Our Common Future» (1987) (For the usually quoted definition see chapter 2, paragraph 1)
- World Summit on Sustainable Development (WSSD, Johannesburg, 2002): Johannesburg Declaration on Sustainable Development and Johannesburg Plan of Implementation
- Sustainable Development Goals
- European Economic and Social Committe – Sustainable Development Observatory
- European Sustainable Development Network (ESDN)
- The 2030 Agenda for Sustainable Development – European Commission’s Directorate-General for International Cooperation and Development
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