Arabia Saudí e Irán se encuentran sumergidos en una rivalidad no solo geopolítica, sino también simbólica, sobre quién es el verdadero líder del mundo musulmán
Antes de la revolución de 1979, Arabia Saudí e Irán se consideraban pilares para garantizar la estabilidad en Oriente Medio, ya que mantenían una estrecha alianza con Estados Unidos. No obstante, con el derrocamiento del Sha y el establecimiento de un gobierno islámico chiíta en Irán, las relaciones se transformaron en una rivalidad política y religiosa que perjudicó a todo Orient
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