Abr 1, 2025

Más allá de Rusia: Armenia explora nuevas fuentes de gas en plena tensión con Moscú

Escrito por GEOPOL 21

Armenia busca diversificar sus fuentes de gas y reducir su dependencia de Rusia mediante un acuerdo con Turkmenistán, utilizando a Irán como intermediario. Aunque el proyecto tiene precedentes fallidos, el contexto geopolítico actual y la mejora de las relaciones entre Teherán y Ashgabat podrían hacerlo viable.

Ideas clave:

  • Diversificación energética: Armenia negocia importar entre 600 y 1.000 millones de m³ de gas turkmeno mediante un intercambio con Irán.

  • Factores geopolíticos: La tensión con Rusia y la mejora de relaciones entre Irán y Turkmenistán facilitan la iniciativa.

  • Desafíos pendientes: El precio del gas y la viabilidad económica siguen siendo los principales obstáculos para el acuerdo.


 

Armenia ha renovado su interés por comprar gas a Turkmenistán para reducir su dependencia de Rusia. No es la primera vez que se menciona esta posibilidad, pero las buenas relaciones actuales de Irán con Turkmenistán podrían ser un factor decisivo.

El 26 de marzo, Artashes Tumanyan, asesor del primer ministro armenio, anunció que Armenia y Turkmenistán se encuentran negociando la compra de gas. Lo dijo en la 10ª Comisión Intergubernamental Armenia-Turkmenistán para la Cooperación Económica, celebrada en Ereván.

Según Tumanyan, se trataría de un acuerdo de intercambio que incluiría a Irán (es decir, Irán importaría gas turkmeno por su noreste y exportaría a Armenia la misma cantidad desde su noroeste) y la cantidad oscilaría entre 600 millones de metros cúbicos y 1.000 millones de metros cúbicos de gas. De materializarse, Georgia podría ser incluida en otro acuerdo en el que Armenia actuaría en este caso como intermediaria.

(Red de gaseoductos en el Cáucaso Sur. (Daily Sabah)

Regreso al futuro

A pesar de la distancia que separa Armenia de Turkmenistán, la primera no es ajena al gas turkmeno. A principios de la década de 1990, tras el colapso de la Unión Soviética, Armenia satisfacía gran parte de sus necesidades energéticas importando gas turkmeno. Sin embargo, debido a la falta de una conexión directa, el gas tenía que atravesar Rusia y Georgia antes de llegar a Armenia. Los problemas con los pagos y la falta de fiabilidad del suministro dada la inestabilidad de Georgia pusieron fin a este acuerdo en beneficio del gas ruso.

Desde entonces, la idea de exportar gas turkmeno a Armenia mediante un acuerdo de intercambio ha resurgido periódicamente. Lo hizo en 2017, cuando el entonces primer ministro armenio, Karen Karapetian, lo mencionó durante una reunión con los embajadores turkmeno e iraní. Unos años después, en 2022, fueron los turkmenos quienes reflotaron la posibilidad de exportar gas y electricidad a Armenia a través de Irán. Ahora, en 2025, la exportación de gas turkmeno a Armenia vuelve a estar sobre la mesa. Pero, ¿se materializará?

Mapa de los recursos estratégicos de petróloe y gas en Turkmenistan (Research Gate)

Irán es la llave

Aún es muy pronto para predecir si Turkmenistán volverá a exportar gas a Armenia. Llegar a un acuerdo sobre el precio parece uno de los obstáculos a superar, como comprobaron azerbaiyanos y turcomanos a principios de 2024. El otro obstáculo sería Irán.

Cuando Karapetian habló de importar gas turkmeno a través de Irán en 2017, las relaciones entre Ashgabat y Teherán estaban llegando a su punto más bajo. Ese mismo año, el Gobierno turkmeno acusó a su homólogo iraní de adeudar unos 1.800 millones de dólares en pagos por el gas y cortó por completo el suministro . Pero las cosas han cambiado desde entonces.

En 2021, Turkmenistán, Irán y Azerbaiyán firmaron un acuerdo para suministrar gas turkmeno a Bakú mediante un canje (swap). En 2023, los iraníes terminaron de pagar la cantidad adeudada a los turkmenos. A finales de 2024, se firmó otro acuerdo de swap, esta vez entre Turkmenistán, Irán e Iraq. Por último, en marzo de 2024 el gas turkmeno empezó a fluir hacia Turquía tras alcanzarse otro acuerdo de intercambio con Irán.

Teherán es la pieza clave del rompecabezas y, como demuestran los acuerdos de intercambio entre Azerbaiyán, Iraq y Turquía, parece que ahora tiene la voluntad política de hacerlo.

Mapa de recursos estratégicos de hidrocarburos de Irán con sus entradas y salidas de gaseoductos. (Pipeline and Gas Journal)

Un win-win para Ereván y Ashgabat

Otra circunstancia que ahora es diferente a 2017 ó 2022 es el estado de las relaciones entre Armenia y Rusia. Éstas han empeorado en los últimos años debido al papel pasivo desempeñado por Moscú en las guerras de Nagorno-Karabaj que supusieron la devolución de la región a Azerbaiyán. Por eso no es de extrañar que Armenia quiera reducir la cantidad de gas que importa de Rusia, tal como declaró su Ministro de Economía en 2024.

En la actualidad, Armenia importa gas natural tanto de Rusia como de Irán. Sin embargo, Gazprom representa aproximadamente el 85% de las importaciones de gas de Ereván, y el resto procede de Irán en virtud de un acuerdo de trueque de gas por electricidad que se remonta a 2006.

Dado que Armenia importó unos 2.600 millones de metros cúbicos de gas de Rusia en 2023, las posibles importaciones turkmenas no sustituirían al gas ruso. Pero podrían complementarlo. Sin embargo, para que eso ocurra, entre otras cosas, los turkmenos tendrán que tener en cuenta el precio de 165 dólares por mil metros cúbicos que Gazprom cobra a Armenia.

Para Ashgabat, encontrar un nuevo mercado de exportación siempre es positivo. Rusia, que llegó a importar más de 40.000 millones de metros cúbicos de gas turkmeno, ya no es cliente desde el año pasado, mientras que las exportaciones completas a Irán no se han reanudado desde el arbitraje. A pesar de exportar la mayor parte de su gas a China, de los acuerdos de intercambio con Iraq, Azerbaiyán y Turquía, y de las exportaciones a Uzbekistán, Turkmenistán está lejos de su pico de exportación de 2008.

Gaseoductos actuales, en construcción y planificados entre Asia Central y Europa, con Turkmenistan en el centro. (Anadolu)

Tras años de inacción, a excepción del quimérico gasoducto Turkmenistán-Afganistán-Pakistán-India (TAPI), parece que últimamente las autoridades turkmenas están siendo algo más realistas a la hora de encontrar mercados de exportación. La venta de gas a Armenia no resolverá los problemas financieros de Ashgabat, ya que las cantidades que se barajan son muy modestas. Pero algo es mejor que nada. La posibilidad de incluir a Georgia en otro acuerdo es más improbable, dada la postura pro-rusa del partido que gobierna el país. Pero sigue siendo un aliciente.

El tiempo dirá si esta vez las negociaciones para llevar gas turkmeno a Armenia tendrán éxito. El contexto internacional ha cambiado, así como la situación interna de ambos países, pero eso por sí solo no garantiza nada. Superado el obstáculo iraní, el precio sigue siendo el mayor impedimento. Al menos públicamente. Puede que haya otros factores en juego más difíciles de discernir dada la opacidad de este tipo de negociaciones.


Artículo originalmente publicado en bluedomes.net


NOTA: Los planteamientos e ideas contenidas en los artículos de análisis y opinión son responsabilidad exclusiva, en cada caso, del analista, sin que necesariamente representen las ideas de GEOPOL 21.

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