El evento de presentación del Informe Sahel, celebrado en Casa Árabe, marcó un hito para el análisis geopolítico en español de esta región clave. Con la colaboración conjunta de África Mundi y GEOPOL 21, el informe se perfila como una referencia imprescindible para comprender el Sahel más allá de las perspectivas tradicionales centradas en el yihadismo y la seguridad, abordando también su historia, culturas, economías y el impacto del cambio climático.
La concurrida asistencia al evento refleja el creciente interés por una región cuyo futuro afecta directamente no solo a África, sino también al Magreb y a Europa. Los ponentes, entre los que destacaron figuras como Antonio González-Zavala Peña, Embajador Especial para el Sahel, y Ángel Losada, exrepresentante de la UE para la región, subrayaron la necesidad de adoptar una “paciencia estratégica” para reconfigurar las relaciones entre Europa y el Sahel, priorizando la escucha y el respeto a las voces locales.
INFORME GEOPOLÍTICA DEL SAHEL
El Sahel: Un Escenario de Transformación Geopolítica
La región vive una reconfiguración interna marcada por el ascenso de juntas militares en Mali, Burkina Faso y Níger, países que podrían consolidar la recién creada Alianza de Estados del Sahel. Esta plataforma, con tintes antifranceses y antioccidentales, plantea un reto tanto para la CEDEAO como para los actores europeos que deben encontrar vías para involucrarse de manera constructiva en una región cada vez más segmentada.
El debate destacó cómo actores como Rusia, con el Grupo Wagner, o China, con su diplomacia financiera, están llenando vacíos de poder. Sin embargo, se enfatizó que estas potencias no ofrecen el mismo nivel de cooperación estructural que Europa. Además, nuevos actores como Turquía, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos también están dejando su huella, muchas veces a través de iniciativas que desestabilizan aún más los regímenes locales.
Implicaciones para Europa y España
Europa requiere de una estrategia que reconozca la diversidad de intereses de los países africanos, quienes buscan múltiples socios en lugar de una dependencia unidimensional.
La estabilidad del Sahel tiene un impacto directo en el Magreb y, por extensión, en Europa. La creciente inseguridad y los desplazamientos forzados alimentan flujos migratorios que afectan tanto a las fronteras europeas como a la cohesión social en el continente. A largo plazo, solo una política que combine desarrollo sostenible, seguridad y gobernanza inclusiva puede frenar la expansión de grupos yihadistas y responder a las crisis humanitarias exacerbadas por el cambio climático.
El Informe Sahel es un llamado a la acción para que Europa adopte una postura crítica y flexible, integrando perspectivas locales y diversificando su enfoque en la región. El futuro del Sahel dependerá de la capacidad de sus líderes para priorizar el bienestar colectivo sobre intereses particulares, y de la comunidad internacional para fomentar alianzas que trasciendan intereses geopolíticos inmediatos.
NOTA: Los planteamientos e ideas contenidas en los artículos de análisis y opinión son responsabilidad exclusiva, en cada caso, del analista, sin que necesariamente representen las ideas de GEOPOL 21.