Después de ocho años, los resultados de la Iniciativa de la Franja y la Ruta son problemáticos. El incremento de la conectividad e integración va de la mano con las sospechas y preocupaciones de los países cercanos y lejanos.
A través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR), la República Popular China pretende acercar Europa al este de Asia, conectando también Medio Oriente y el norte de África. Todos creen que las nuevas rutas de la seda son algo más que un sueño económico de la superpotencia emergente. De hecho, por el momento, la estrategia de Beijing cuenta con muchos participantes,
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