En la era digital en la que vivimos, la conectividad parece ser omnipresente. Los teléfonos inteligentes y las redes sociales nos brindan la capacidad de comunicarnos con cualquier persona en cualquier momento, sin importar la distancia. Como seres humanos, nuestra naturaleza es social. Tenemos una profunda necesidad de conexión con los demás, de compartir experiencias, emociones y vínculos afectivos. Parece ser que las plataformas digitales nos ayudan a crear lazos con el resto de los individuos. Sin embargo, a pesar de esta aparente conexión, la soledad se ha convertido en un problema cada más prevalente en nuestra sociedad.
La soledad, lejos de ser simplemente un estado emocional transitorio, puede tener graves implicaciones para la salud y el bienestar de las personas y la sociedad en su conjunto. Desde problemas de salud mental hasta un impacto negativo en la productividad y la cohesión soc
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