Aunque tradicionalmente las visitas de presidentes rusos han priorizado el espacio post-soviético, China y Europa, diversos países africanos han recibido visitas oficiales por parte de los mandatarios rusos. Estos encuentros han ayudado a consolidar la cooperación entre Rusia y África, la cual se ha centrado principalmente en los ámbitos político y militar, quedando las relaciones económicas en un segundo plano.
A diferencia de otras potencias con intereses en el continente africano, como Francia, Estados Unidos o China, Rusia no destaca por realizar grandes inversiones en éste, de hecho, solo representa un 1% de la inversión extranjera directa en África. Pese a esta modesta contribución económica, Moscú sí que ha demostrado un gran interés en este continente, estableciendo relaciones diplomáticas y militares con diversos estados de acuerdo a su agenda geopolítica. Un ejemplo són los acuerdos para el despliegue de mercenarios del Grupo Wagner en numerosos países africanos para proporcionar apoyo militar a los ejércitos de dichos países.
Durante su primer mandato como presidente entre 1999 y 2008, Vladímir Putin no realizó ninguna visita oficial al continente africano, estando su política exterior focalizada en mantener la influencia rusa entre las ex-repúblicas soviéticas. Sin embargo, su sustituto en el cargo entre 2008 y 2012, Dmitri Medvédev, realizó una visita oficial para reunirse con su homólogo en Argelia y una gira africana por Egipto, Nigeria, Namibia y Angola en la que logró varios acuerdos de explotación de gas.
En su segundo periodo como presidente, iniciado en 2012, Putin ha dado un nuevo impulso a las relaciones con los países africanos, especialmente con Sudáfrica, país miembro de los BRICS y anfitrión de varias cumbres de este foro. También el norte de África ha sido visitado por el mandatario ruso, que ha sido recibido en Marruecos, Argelia, Libia y Egipto, siendo este último el país africano al que más ha viajado Putin, con hasta tres visitas oficiales.
Estas numerosas visitas demuestran que el rápido desarrollo del continente africano, tradicionalmente considerado como una región periférica, está despertando un creciente interés para la política exterior rusa, tal como sucede con China, que también ha intensificado sus visitas oficiales a países africanos.
NOTA: Los planteamientos e ideas contenidas en los artículos de análisis y opinión son responsabilidad exclusiva, en cada caso, del analista, sin que necesariamente representen las ideas de GEOPOL 21.