La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) fue concebida en 1949 para frenar la expansión del comunismo liderado por la Unión Soviética, la cual, formó su propia alianza militar, el Pacto de Varsovia, en 1955. Tras la desaparición de la URSS en 1991 y, por consiguiente, del bloque socialista y la Guerra Fría, y la instauración de la democracia multipartidista y la economía de mercado, algunos auguraban el fin de las contradicciones y los conflictos en el mundo.
De hecho, la recién independizada Rusia y las demás ex repúblicas soviéticas se adhirieron al mecanismo “Asociación por la Paz” de la OTAN, y tres países del Grupo de Visegrado, Polonia, Hungría y la República Checa, se integraron en la Alianza Atlántica sin una oposición muy fuerte por parte del Kremlin. Paralelamente, Rusia hizo lo posible por conservar sus antiguas alianzas
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