El mar Mediterráneo ha dejado de ser un simple corredor comercial para convertirse en una zona gris geopolítica. Entre la competencia naval, las disputas territoriales y los flujos migratorios descontrolados, esta región se ha convertido en
un espacio de confrontación híbrida donde conviven potencias globales, actores no estatales y riesgos medioambientales. En 2025, el Mediterráneo ya no es frontera, sino escenario.
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El Mediterráneo como escenario de competencia geopolítica difusa: Analizar cómo actores estatales y no estatales (Rusia, Turquía, Irán, milicias, grupos criminales, etc.) emplean tácticas de zona gris —como la desinformación, el uso de migración instrume
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