La situación geográfica de Turquía hace de este un territorio de contrastes entre las tan diferentes culturas de Europa y Asia. Este hecho provoca que la política y economía del país conformen un híbrido de diferentes intereses, con la mirada siempre puesta en Occidente, con una relación de altibajos ante las instituciones europeas, pero también en otros continentes, como es el caso de África.
Desde finales del siglo XX, el país heredero del antiguo Imperio otomano tiene un objetivo claro, redefinir la identidad internacional de Turquía y pasar del estatuto de aliado de Occidente al rol activo y constructivo de actor global, tal y como afirmó el entonces ministro de Relaciones Exteriores, Ismael Cen, apuntalando la política exterior neo-otomana del siguiente siglo.
Debido a su ubicación estratégica y abundantes recursos, el país norteafricano de Argelia goza de un papel crucial en el comercio mundial de recursos naturales estratégicos como son los hidrocarburos, tanto en África como en Europa.
Dos plantas de gas líquido natural (GNL) están posicionadas en la costa norte. Entre los oleoductos y gasoductos existentes, tres principales gasoductos transportan gas a Europa a través de España e Italia. En la parte media del país en pleno desierto sahariano, Argelia cuenta con grandes reservas de hidrocarburos, por las cuales se han localizado campos de extracción de los mismos.