La crisis sanitaria internacional ha servido para visibilizar el grado de integración regional en Europa. Aunque nunca faltan sectores que reivindican la recuperación de la soberanía estatal plena o que protestan contra el establishment de Bruselas, lo cierto es que no parece que el Covid-19 vaya a producir una fragmentación del proyecto europeo. De hecho, desde el aumento de la tasa de infectados en marzo de 2020, la Unión ha dado muestras de una alta capacidad para coordinar políticas de movilidad, de salud, de investigación científica y de asistencia económica a los países miembros más necesitados. Mientras tanto, en América Latina, el panorama de los organismos regionales es muy distinto. De hecho,

GEOPOL 21
Accede a todo nuestro contenido sin límites y apoya la labor investigadora del think tank que más crece en el mundo hispanohablante.